Lo sé, suena a ironía, pues el mismo Felipe Zuleta en su columna en El Espectador criticó incontables veces al gobierno Uribe acusándolo de querer implantar el delito de opinión. Pues ahora va a ser que el delito de opinión llegó a Colombia a través de Felipe Zuleta Lleras y gracias a una ley aprobada en el gobierno Santos: el Estatuto Antidiscriminación. En los últimos días Felipe Zuleta ha demandado a todo aquel que se expresa en contra de la Ideología de Género y su proyecto político, incluyendo a Mons. Juan Vicente Córdoba, Obispo de Fontibón y Secretario General de la CEC.
Se veía venir. Ya en todos los países donde el lobby homosexualista ha logrado imponer su “concepto de familia” en el sistema jurídico, lo que sigue es una oleada de ataques y persecuciones contra toda persona que ose dudar de los dogmas de la Ideología de Género. Por obvias razones, el objetivo predilecto de la Gaystapo son los obispos de la Iglesia Católica, pues “heriré al pastor y se dispersará el rebaño”(Mt 26, 31). Hace unos meses fue el obispo de Alcalá de Henares en España, Monseñor Juan Antonio Reig Plà quien sufrió el linchamiento mediático por haber predicado la Verdad del Evangelio en su homilía de Viernes Santo. También el obispo de Campeche en México, Monseñor Ramón Castro Castro, ha sido amenazado por parte de un partido político que pretende meterlo a la cárcel si sigue enseñando la doctrina de la Iglesia.
En Estados Unidos la administración del presidente Obama quiere obligar a todas las instituciones católicas a pagar anticonceptivos, esterilizaciones y abortifacientes, y en Canadá el gobierno de Ontario quiere obligar a los colegios católicos a promover “clubes gay”. “Tengo que decirle a los Obispos: No se les permitirá hacer eso nunca más”, dijo Glenn Murray ministro del gabinete de Ontario, refiriéndose al deber de los Obispos de predicar y enseñar la doctrina de la Iglesia. En todos los lugares donde los obispos se mantienen fiel al Evangelio y a la Doctrina de la Iglesia, son perseguidos mediática y políticamente por “los hijos de las tinieblas” (Lc 16, 8). ¿Por qué iba a ser diferente en Colombia? Monseñor Córdoba ha defendido a la familia ante los medios de comunicación, y por eso ha dado cumplimiento a la palabra del Señor:
"Yo los envío como a ovejas en medio de lobos: sean entonces astutos como serpientes y sencillos como palomas.Cuídense de los hombres, porque los entregarán a los tribunales y los azotarán en sus sinagogas. A causa de mí, serán llevados ante gobernadores y reyes, para dar testimonio delante de ellos y de los paganos. Cuando los entreguen, no se preocupen de cómo van a hablar o qué van a decir: lo que deban decir se les dará a conocer en ese momento, porque no serán ustedes los que hablarán, sino que el Espíritu de su Padre hablará en ustedes." (Mt 10, 16 – 20)
Zuleta ha querido tomar el papel de gran inquisidor de la Gaystapo para asegurarse de silenciar toda disidencia frente a la Ideología de Género, el discurso impulsado por las nuevas élites del poder global. No tiene reparos en revelar la perspectiva de sus intenciones.
Felipe Zuleta aseguró que llegará hasta instancias internacionales, si es necesario, para lograr condenas en estos casos. “Queremos ver a alguno de los dos presos, para que el país entienda que no es aceptable el discurso de la intolerancia”, apuntó.
Nótese cómo aquí la expresión ‘el discurso de la intolerancia’ se refiere directamente a la doctrina de la Iglesia. Al igual que en Canadá, el Evangelio y la Doctrina de la Iglesia “no son aceptables”. Que no queden dudas, esta demanda no es cosa de Monseñor Córdoba exclusivamente, en él se está demandando a todos los católicos de este país, a toda la Iglesia, cuerpo de Cristo, por enseñar un Evangelio que “no es aceptable” para los poderes de este mundo.
“Entonces les ordenaron que saliesen del concilio; y conferenciaban entre sí, diciendo: ¿Qué haremos con estos hombres? Porque de cierto, señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén, y no lo podemos negar. Sin embargo, para que no se divulgue más entre el pueblo, amenacémosles para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este nombre. Y llamándolos, les intimaron que en ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús.” (Hch 4, 15 – 18)
Así que ahora, para Felipe Zuleta Lleras, tener una opinión discordante con la Ideología de Género es delito de cárcel y se pagará con persecuciones. Toda postura que no sea su ideología es “homofóbica” y “discriminatoria”. Así las cosas, nosotros, en comunión con los apóstoles, respondemos: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.” (Hch 5, 29). No estaría de más recordarle a Zuleta la Ley de Libertad Religiosa (Ley 133 de 1994):
ARTICULO 7º. El derecho de libertad religiosa y de cultos, igualmente comprende, entre otros, los siguientes derechos de las Iglesias y Confesiones religiosas:
...
f) De anunciar, comunicar y difundir, de palabra y por escrito, su propio credo a toda persona, sin menoscabo del derecho reconocido en el literal g) del artículo 6o. y manifestar libremente el valor peculiar de su doctrina para la ordenación de la sociedad y la orientación de la actividad humana;
Así pues, es él quien, con esta demanda, está violando la Libertad Religiosa y la Libertad de Expresión. El lobby homosexualista se ha quitado la careta de víctima y se ha lanzado temerariamente a contraatacar para intimidar a sus opositores. El tiro le puede salir por la culata y provocar, no sólo el rechazo generalizado a tales pretensiones de tiranía que frene el avance de la Ideología de Género en la Corte Constitucional, sino además un reforzamiento por parte de la justicia del derecho a la Libertad Religiosa que ponga en evidencia la tergiversación progresiva que ha tenido el concepto de Estado Laico en Colombia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario