El pasado diciembre, el Tribunal Administrativo de Cundinamarca revivió el caso de Sergio Urrego al fallar en contra de la Secretaría de Educación de Cundinamarca por no haber vigilado la forma en que el Colegio Gimnasio Castillo Campestre manejó el proceso del estudiante Sergio Urrego. Pero además, ordena al Ministerio de Educación que reactive la revisión de todos los manuales de convivencia del país y modificarlos para incluir el “respeto por la orientación sexual e identidad de género”, así como “el ejercicio de los Derechos Sexuales y Reproductivos”.
La sentencia del Tribunal de Cundinamarca revive la polémica creada por el fallo T-478 de 2015 de la Corte Constitucional al pretender ordenar al Ministerio de Educación la revisión de los manuales de convivencia de todas las instituciones educativas, y confirma que para el lobby LGBT, Sergio Urrego no ha sido más que un ariete para entrar a saco en los colegios del país y robar la inocencia de los niños a través de la Ideología de Género. De nada le sirven a los perversores y corruptores un homenaje a Sergio Urrego, una petición de perdón, una condena al colegio. No, ellos no van a irse sin la carta blanca de las autoridades judiciales para ir a cualquier colegio y eliminar toda distinción entre niños y niñas, toda formación moral, y enseñar a los niños que un hombre mutilado se convierte en mujer.
Para los que crean, como algunos miembros de la Iglesia han dicho, que esto se trata simplemente de “respetar las otras orientaciones sexuales”, les recomendamos repasar la encuesta enviada por Colombia Diversa, por encargo del Ministerio de Educación, a todos los colegios del país, así como la Cartilla preparada por la ONU y el UNFPA para instruir la implantación de la Ideología de Género a los rectores. Y si aún no lo ven tan claro, les recomendamos echar un vistazo a los materiales que llegan a manos de los estudiantes, en aplicación de estas mismas políticas.
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