Reproducimos el texto del discurso pronunciado por John Smeaton, jefe ejecutivo de la Sociedad para La Protección del Niño por Nacer (SPUC) y co-fundador de la plataforma Voice of the Family (La Voz de la Familia) durante la peregrinación anual de la Asociación Nacional de Familias Católicas en Walsingham el 28 de mayo de 2016, publicado por Voice of the Family y traducido por InfoCatólica.
El Catecismo de la Iglesia Católica enseña en el numeral 2473: «El martirio es el supremo testimonio de la verdad de la fe; designa un testimonio que llega hasta la muerte. El mártir da testimonio de Cristo, muerto y resucitado, al cual está unido por la caridad. Da testimonio de la verdad de la fe y de la doctrina cristiana. Soporta la muerte mediante un acto de fortaleza. «Dejadme ser pasto de las fieras. Por ellas me será dado llegar a Dios»
A mi juicio, basado en mi experiencia personal como padre, los padres son llamados el día de hoy por Dios a dar testimonio supremo de la verdad de fe, de que los padres son los primeros educadores de los hijos.
Al igual que San Ignacio, debemos estar preparados para convertirnos en alimento de las bestias – no bestias como aquellas que devoraron a San Ignacio en el Coliseo Romano en el año 108 DC, sino, a las bestias del siglo 21, aquellas que buscan destruir la inocencia de nuestros hijos, dondequiera que las encontremos, sea en el mundo secular o en las estructuras eclesiásticas.
Nosotros los padres debemos estar preparados para alimentar aquellas bestias que buscan destruir la inocencia de nuestros niños con nuestro testimonio intransigente de la verdad enseñada por la Iglesia de manera consistente: Los padres son los primeros educadores de los hijos. Los padres tienen el derecho y el deber, dado por Dios, de educar a sus hijos de tal forma que se pueda asegurar su sano desarrollo físico, psicológico, intelectual y espiritual.
El papa León XIII enseño en su encíclica Rerum Novarum:
«…porque, siendo la familia lógica y realmente anterior a la sociedad civil, se sigue que sus derechos y deberes son también anteriores y más naturales.
Querer, por consiguiente, que la potestad civil penetre a su arbitrio hasta la intimidad de los hogares es un error grave y pernicioso.»
«Es tal la patria potestad, que no puede ser ni extinguida ni absorbida por el poder público, puesto que tiene idéntico y común principio con la vida misma de los hombres.»
El papa Pio XI enseña en su encíclica Mit Brennender Sorge sobre la iglesia y el Reich Alemán, publicada el 14 de marzo de 1937:
«Los padres, conscientes y conocedores de su misión educadora, tienen, antes que nadie, derecho esencial a la educación de los hijos, que Dios les ha dado, según el espíritu de la verdadera fe y en consecuencia con sus principios y sus prescripciones. Las leyes y demás disposiciones semejantes que no tengan en cuenta la voluntad de los padres en la cuestión escolar, o la hagan ineficaz con amenazas o con la violencia, están en contradicción con el derecho natural y son íntima y esencialmente inmorales.»
En su declaración sobre la educación cristiana, Gravissimus educationis , el Concilio Vaticano II enseña:
«Puesto que los padres han dado la vida a los hijos, están gravemente obligados a la educación de la prole y, por tanto, ellos son los primeros y principales educadores. Este deber de la educación familiar es de tanta trascendencia que, cuando falta, difícilmente puede suplirse.»
El papa Juan Pablo II enseña en su encíclica Familiaris Consortio:
«La tarea educativa tiene sus raíces en la vocación primordial de los esposos a participar en la obra creadora de Dios; ellos, engendrando en el amor y por amor una nueva persona, que tiene en sí la vocación al crecimiento y al desarrollo, asumen por eso mismo la obligación de ayudarla eficazmente a vivir una vida plenamente humana.»
«El derecho-deber educativo de los padres se califica como esencial, relacionado como está con la transmisión de la vida humana; como original y primario, respecto al deber educativo de los demás, por la unicidad de la relación de amor que subsiste entre padres e hijos; como insustituible e inalienable y que, por consiguiente, no puede ser totalmente delegado o usurpado por otros.»
«La educación sexual, derecho y deber fundamental de los padres, debe realizarse siempre bajo su dirección solícita, tanto en casa como en los centros educativos elegidos y controlados por ellos. En este sentido la Iglesia reafirma la ley de la subsidiaridad, que la escuela tiene que observar cuando coopera en la educación sexual, situándose en el espíritu mismo que anima a los padres.»
Y finalmente, en La Verdad y el Significado de la Sexualidad Humana, publicada por el Pontificio Consejo para la Familia el 8 de Diciembre de 1995 por su Eminencia, el Cardenal López Trujillo.
«En tal contexto es necesario que los padres, remitiéndose a la enseñanza de la Iglesia, y con su apoyo, reivindiquen su propia tarea y, asociándose donde sea necesario o conveniente, ejerzan una acción educativa fundada en los valores de la persona y del amor cristiano, tomando una clara posición que supere el utilitarismo ético. Para que la educación corresponda a las exigencias objetivas del verdadero amor, los padres han de ejercitarla con autónoma responsabilidad.»
«Todo niño es una persona única e irrepetible y debe recibir una formación individualizada. Puesto que los padres conocen, comprenden y aman a cada uno de sus hijos en su irrepetibilidad, cuentan con la mejor posición para decidir el momento oportuno de dar las distintas informaciones, según el respectivo crecimiento físico y espiritual. Nadie debe privar a los padres, conscientes de su misión, de esta capacidad de discernimiento.»
«El Pontificio Consejo para la Familia exhorta por tanto a los padres para que, convencidos del apoyo de Dios, tengan confianza en sus derechos y en sus deberes en orden a la educación de sus hijos, y la lleven a cabo con sabiduría y responsabilidad.»
Es importante recalcar que la doctrina Católica, con respecto a los padres como primeros educadores,como el Cardenal López Trujillo la describe, es una verdad moral objetiva que también está confirmada por la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 10 de diciembre 1948.
El distinguido fiscal federal y bioético, William L. Saunders Jr., explica cómo la Declaración Universal de los Derechos Humanos defiende a los padres como los primeros educadores de sus hijos. Él dice:
«… el artículo 26 (3) reconoce que los padres son los primeros educadores de sus hijos. «Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos. El artículo 26 reconoce la prioridad del deseo de los padres con respecto a la educación de sus propios hijos sobre los lineamientos planteados por el estado «.
William Saunders subraya el significado histórico que tiene la insistencia que hace la Declaración Universal sobre la importancia que tienen los padres como los primeros educadores de sus hijos, cita a Mary Ann Glendon, profesora de Derecho en la Facultad de Derecho de Harvard y ex embajadora de Estados Unidos ante la Santa Sede, y ex presidente de la Academia Pontificia para la Ciencias Sociales. En su reconocido libro sobre la Declaración Universal de los Derechos Humanos «Un Mundo Hecho Nuevo», Mary Ann Glendon, escribe:
«En el artículo sobre la educación [26] … [el comité de redacción de la Declaración] hizo un cambio importante, influenciado directamente por los recuerdos de aquellos esfuerzos del régimen nacionalsocialista, por convertir el renombrado sistema educativo de Alemania, en un mecanismo para adoctrinar jóvenes de acuerdo con el programa del gobierno …. Después de que Beaufort en los Países Bajos recordase las formas en que las escuelas alemanas habían sido utilizadas para socavar el papel de los padres, se añadió un tercer párrafo: ‘Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrán de dar a sus hijos ‘ «.
«En otras palabras» dice William Saunders, «una de las lecciones más importantes extraídas de la experiencia de la Segunda Guerra Mundial por los autores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, fue que el derecho de los padres sobre la educación de sus hijos, es un base primordial de la paz y la seguridad internacionales».
Trágicamente, a casi 70 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de los terrores de la Segunda Guerra Mundial, parece que la lección aún no ha sido aprendida.
De hecho, existe una inequívoca determinación por parte de los políticos más poderosos del mundo y funcionarios de la ONU por destruir los derechos de los padres sobre la educación y la formación de sus hijos. Esta destrucción de los derechos parentales, ocupa un lugar en el trabajo del organismo internacional creado por las Naciones Unidas «para la promoción y protección de todos los derechos humanos en todo el mundo» – es decir, el Consejo de Derechos Humanos.
En nuestro trabajo en el Consejo de Derechos Humanos, grupos de presión de la Sociedad para la Protección de Niño No Nacido, frecuentemente se reúnen con delegados de países en vías de desarrollo, quienes preparan sus informes para comités de cumplimiento de las Naciones Unidas.
El Comité de los Derechos del Niño (CRC), es un comité que supervisa la aplicación de la Convención sobre los Derechos del Niño .
Hoy no hay nada en la Convención sobre los Derechos del Niño que, razonablemente, pueda ser interpretado como aprobación del aborto o acceso al aborto para niños por debajo de la edad de consentimiento y sin el conocimiento o consentimiento de sus padres.
Sin embargo, esto no es impedimento alguno para que el Comité de Cumplimiento, haga recomendaciones para promover el acceso al aborto a niños por debajo la edad de consentimiento sin el conocimiento o consentimiento de los padres.
Por ejemplo, el «derecho a la salud» de un niño, está protegido por la Convención sobre los Derechos del Niño. De acuerdo con la Comisión de las Naciones Unidas de la Convención sobre los Derechos del Niño, los derechos de todo niño a la salud, deben incluir el acceso a la información sexual y reproductiva, incluida la planificación familiar, abortos y anticonceptivos, información de los peligros de un embarazo precoz, la prevención del VIH / SIDA y la prevención y tratamiento de enfermedades de transmisión sexual (ETS). Además, deben garantizar que tengan acceso a información adecuada, independientemente de su estado civil … y si sus padres o representantes lo consienten o no. Así que sin ninguna base en los acuerdos internacionales, la poderosa Comisión de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño está presionando a los países constantemente para aprobar una legislación que atenta contra los derechos y deberes de los padres.
La destrucción de los derechos de los padres también ocupa un lugar destacado en la agenda política de los dos políticos (posiblemente) más poderosos del mundo durante los últimos siete años:
En un discurso pronunciado el 12 de octubre de 2009, Wellington Webb, nombrado por Barack Obama como asesor especial de los EE.UU. para su misión de las Naciones Unidas, confirmó que la administración de Obama estaría promoviendo la legalización del aborto en todo el mundo, dirigida a los adolescentes, como parte de un esfuerzo abortista de alcance global.
Hace poco más de una semana, el 19 de Mayo, Hilary Clinton, quien, según las encuestas actuales es la persona con más posibilidades de convertirse en el próximo presidente de Estados Unidos, hizo la siguiente declaración en la Conferencia pro-aborto de la Mujer en Copenhague:
«Este es un momento importante. A medida que trazamos el rumbo para cumplir los nuevos objetivos de desarrollo sostenible, tenemos que romper las barreras que frenan a las mujeres y las niñas en todo el mundo «, dijo Clinton. «La igualdad de género, incluida la salud y los derechos sexuales y reproductivos, deben ser una prioridad central. Para llegar allí, necesitamos una mayor voluntad política y recursos, y tenemos que seguir invirtiendo en más y mejores datos para medir nuestro progreso «.
Mis queridos padres, debemos anotar cuidadosamente estas declaraciones. Recordemos que en Abril del 2009, Hillary Clinton dijo al Congresista Chris Smith durante una audiencia del Comité de Asuntos Exteriores del Congreso de Estados Unidos:
«Sucede que nosotros pensamos que la planificación familiar es una parte importante de la salud de la mujer y la salud reproductiva incluye el acceso al aborto …»
Seamos claros al respecto. Una de las prioridades fundamentales para la persona con más probabilidades de ser el político más poderoso del mundo, es que las niñas puedan tener acceso a la anti-concepción y al aborto como parte de la llamada «igualdad de género». Esta «Prioridad básica» de Hillary Clinton, implica un ataque directo contra nuestra fe católica y contra el rol de los padres como primeros educadores de sus hijos, porque las niñas no pueden obtener dicho acceso mientras existan leyes que permitan a los padres interponerse.
Como mencioné más temprano, el papa Pio XI nos enseña en su encíclica Mit Brennender Sorge:
«Los padres, conscientes y conocedores de su misión educadora, tienen, antes que nadie, derecho esencial a la educación de los hijos, que Dios les ha dado, según el espíritu de la verdadera fe y en consecuencia con sus principios y sus prescripciones. Las leyes y demás disposiciones semejantes que no tengan en cuenta la voluntad de los padres en la cuestión escolar, o la hagan ineficaz con amenazas o con la violencia, están en contradicción con el derecho natural y son íntima y esencialmente inmorales.»
Es un ataque directo contra nuestra fe Católica pues las niñas, no pueden tener acceso igualitario al aborto y a métodos contraconceptivos mientras hayan padres vivos en cualquier lugar del mundo, ejercitando el derecho primordial a la educación de sus hijos dado por Dios en el espíritu de su fe y de acuerdo con sus prescripciones.
Con respecto a Gran Bretaña, el líder más poderoso es, por supuesto, David Cameron. He aquí lo que Cameron, ahora Primer Ministro, dijo cuando era líder de la oposición durante una entrevista con Jeremy Paxman en Newsnight del 23 de Abril del 2010:
Paxman: «Usted está a favor de que en las escuelas religiosas se enseñe la educación sexual como prefieran». Cameron: «No como ellos prefieran. Eso es incorrecto. Nosotros votamos para que se enseñe lo que el gobierno había sugerido, lo que al fin de cuentas, es una adecuada educación sexual» . Paxman: «Deberían ellos ser libres de enseñar que la homosexualidad es algo malo, de que el aborto es algo malo, de que la contraconcepción es mala?» Cameron: «No, el gobierno ha discutido esto y surgió una idea, nosotros queríamos una vía más clara para la educación sexual en todas las escuelas, pero a las escuelas religiosas no se les dio ninguna exención, a pesar de ello, fueron capaces de reflejar algo de sus creencias en la forma en que esto fue enseñado … «David Cameron es el jefe de Gobierno de Su Majestad en el Reino Unido – y el Gobierno de Su Majestad en el Reino Unido es uno de los principales aportadores en el mundo de la International Planned Parenthood Federation, la IPPF. IPPF, con sede en Londres, enormemente financiados por el gobierno de Estados Unidos, el gobierno del Reino Unido, y por la abrumadora mayoría de las naciones en el mundo entero, ellos son los enemigos de la familia, y, en particular, de nuestras familias, que se esfuerzan por mantener la enseñanza católica y la ley natural de los padres en su papel como primeros educadores de sus hijos.
En el 2011, la Comisión sobre la Condición de la Mujer en la ONU en Nueva York, la Federación Internacional de Planificación de la Familia, el Population Council y otros grupos pro-aborto, llevaron a cabo una reunión para poner en marcha, en todo el mundo, un programa masivo de la llamada educación sexual integral titulado : «It’s All One Curriculum»:
Este «Curriculum» se presenta abiertamente polémico en lugar de educativo. En su orientación, dirigida a los profesores de nuestra juventud, afirma que:
«Las personas pueden apoyar o unirse a movimientos por el cambio social a nivel mundial. Por ejemplo:. … Redes dirigidas por jóvenes que buscan promover los derechos y servicios sexuales y reproductivos «(p.231)
«Derechos y servicios reproductivos» es un término definido por la IPPF y por el Gobierno británico que incluye el derecho al aborto y a la contracepción – sin restricciones de moral o de fe por parte del maestro, y sin restricciones por parte de los padres. Nótese cuidadosamente, que las potencias internacionales no sólo se oponen a los padres como primeros educadores, sino que están tratando de manipular a los jóvenes para que se vean como educadores de sus propios padres.
Y en la página 61 de las directrices de este «Curriculum», informan a los educadores que: «ciertos movimientos sociales promueven una mayor igualdad y dignidad dentro del matrimonio. Estos incluyen: movimientos para legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo «.
En el mismo documento, International Planned Parenthood Federation, dice a los maestros de primaria que la masturbación es una forma de derecho humano:
«La sexualidad puede expresarse por uno mismo … puede ser una fuente de placer y sentido de la vida» (p.84) «… La masturbación es una forma en que las personas pueden aprender sobre sus propios cuerpos y sexualidad … La masturbación es un comportamiento sexual seguro. No es ni física ni mentalmente dañino. «(P.99)
IPPF afirma en la página 81 de este «Curriculum» : «La moral o los valores del educador no deben interferir con la enseñanza en el tema de sexualidad … Se han de emplear términos respetuosos … sobre todo en lo que se refiere a la atracción hacia personas del mismo sexo, hacia jóvenes sexualmente activas, y jóvenes que no se conforman a las normas de género convencionales … … los maestros deben respetar su confidencialidad.» Esta es una muy sutil advertencia a los maestros de que ellos no deben obstruir los llamados derechos sexuales de los niños, sino que mas bien, han de obstruir a los padres como primeros educadores de sus hijos.
Mis queridos padres, quiero ahora dirigir vuestra atención hacia el Dr. Jeffrey Sachs, asesor especial del secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, y a su trabajo, a un nivel muy alto en el Vaticano y con el apoyo del Vaticano, para oponerse y socavar el derecho de los padres como primeros educadores de sus hijos en todo el mundo.
Jeffrey Sachs dirige la «Sustainable Solutions Network», red responsable de haber elaborado un borrador para trazar los objetivos de desarrollo sostenible, que requieren de un mayor acceso a la anticoncepción y al aborto en todo el mundo.
Jeffrey Sachs en su libro del 2008 «Commonwealth: Economía para un planeta lleno de gente», hizo un llamado a favor de la legalización del aborto, como una forma rentable para eliminar a los «niños no deseados» cuando la anticoncepción falla.
En junio del año pasado (2015) hizo un llamado a la ONU, para que proporcione 1 millón más de trabajadores del sector salud para África. Es decir, 1 millón de trabajadores de la ONU, que viajan a través de toda África, promoviendo el aborto y la contracepción.
Sachs estuvo en el Vaticano en noviembre del 2015 para participar en un taller organizado por la Academia Pontificia de las Ciencias, que examinó la forma de «utilizar a los niños como agentes de cambio» en la búsqueda del desarrollo sostenible y la agenda ambiental.
El taller de La Pontificia Academia de las Ciencias citó explícitamente la encíclica papal Laudato Si como base para su trabajo, y ciertamente, estos esfuerzos parecen estar avalados por la encíclica en los párrafos 13 y en los párrafos 209-215.
Repito: el tema del taller del Vaticano en noviembre pasado fue «utilizar a los niños como agentes de cambio» en la búsqueda del desarrollo sostenible y la agenda ambiental.
Laudato Si no hace referencia alguna a los padres como primeros educadores de sus hijos. El uso de los niños como agentes de cambio en la búsqueda del desarrollo sostenible y la agenda ambiental se convertirá muy pronto en una parte obligatoria de los programas escolares en todo el mundo. No tenga ninguna duda de que los poderes fácticos que controlan la población de todo el mundo, son dirigidos por personas como Jeffrey Sachs, cuya influencia dará forma a estos programas escolares.
Estamos viendo aquí exactamente el mismo patrón que he señalado en el programa de educación sexual de la IPPF «It’s All One Curriculum» en el que los profesores son dirigidos a manipular a los jóvenes con el objetivo de que los jóvenes se vean como si ellos fuesen los educadores de sus propios padres.
Recuerde que la nota de la página 231 dirigida a los profesores dice lo siguiente:
«La gente puede apoyar o unirse a los movimientos por el cambio social a nivel mundial. Por ejemplo: … redes dirigidas por jóvenes para promover los derechos y servicios sexuales y reproductivos «.
Es muy perturbador saber que justo en el mismo momento en que la Sociedad para la Protección de los Niños no Nacidos, la organización que Yo lidero, y otras organizaciones pro-vida, luchaban con uñas y dientes en las Naciones Unidas para proteger a los países en desarrollo de los elementos pro-aborto, pro-contraconcepcion, anti-padres escritos dentro de los objetivos de desarrollo sostenible, la Santa Sede buscaba el consejo de Jeffrey Sachs que le permitiera dar forma a sus pólizas sobre el desarrollo sostenible.
Jeffrey Sachs ha jugado un papel preponderante en las conferencias y talleres del Vaticano sobre estos asuntos, no menos de seis veces en los últimos años e incluso ha tenido una audiencia personal con Francisco.
Tomo nota aquí con gran aprensión, de que la omisión de cualquier referencia a las enseñanzas de la Iglesia sobre el uso de anticonceptivos en la encíclica papal sobre el medio ambiente, deja a los católicos mal preparados para resistir a la agenda internacional de control de la población.
La encíclica hace un llamado a una mayor participación internacional sobre el tema ambiental en los párrafos 173-175, dejando de lado la preparación de los Católicos por lo que sin duda, dicha acción implicará: renovados intentos de imponer aún más la anticoncepción y el aborto en el los países en vías de desarrollo.
Existe actualmente el grave peligro de que nuestros hijos puedan quedar expuestos a este programa con el pretexto de educación sobre cuestiones ambientales. Los planes propuestos por la Academia Pontificia de las Ciencias, y la falta de una clara enseñanza sobre estos peligros en la encíclica, nos ponen en guardia. Los padres católicos debemos resistir todos los ataques sobre nuestros hijos, incluso cuando estos provengan desde dentro del Vaticano.
Debemos tener la madurez de hablar cuando las cosas estén terriblemente equivocadas en los más altos niveles de la Iglesia y con toda humildad, ofrecer nuestra propia perspectiva a aquellos en posiciones de autoridad.
De hecho, como laicos católicos y, por aquellos de nosotros que son padres, tenemos la autoridad y la obligación de hablar sobre asuntos serios en defensa del bien común. Cuando lo hagamos, siempre busquemos elevar nuestras preocupaciones con el mayor respeto por el episcopado y por la oficina papal y exclusivamente como consecuencia de un deseo sincero de ayudar a la jerarquía en su proclamación de la doctrina católica sobre la vida, el matrimonio y la familia y para fomentar el bien auténtico de la familia y de sus más vulnerables miembros.
Elevando nuestras preocupaciones, algunas veces necesariamente de manera pública, estamos cumpliendo nuestro deber como claramente establecido en el Código de Derecho Canónico, que establece:
«Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas. » (Canon 212 § 3)
Es una especie de martirio. Ciertamente hay que estar preparado para ser aislados en el mejor de los casos, en nuestras propias parroquias y comunidades locales y dentro de nuestras unidades familiares. En el peor, tenemos que estar preparados para ser despreciados, condenados públicamente por las autoridades religiosas, y, posiblemente, procesados y encarcelados por las autoridades seculares – por ejemplo, como la agenda cultural y político-legal de los llamados «derechos» los homosexuales avanza por todo el mundo .
Queridos padres… Todo depende de nosotros, los padres … Todo depende de nosotros los padres, en particular, en la Asociación Nacional de Familias Católicas. El pasado mes de octubre, en el informe final del Sínodo de la familia, 257 padres sinodales, o el 94% de los obispos católicos que se reunieron para el Sínodo, votaron para socavar nuestra autoridad, autoridad dada por Dios como los primeros educadores de nuestros hijos.
En el párrafo 58 de este documento, se lee:
«La familia, manteniendo el mismo espacio en la educación primaria (cf. Gravissimum Educationis 3), puede no ser el único lugar para la enseñanza de la sexualidad.»
Esto es directamente opuesto a las enseñanzas de la Iglesia católica, que sostiene que la familia puede ser el único lugar para la enseñanza de la sexualidad si esa es la opción que los padres hacen.
Por mi parte, teniendo en mente la Ley de Canon, artículo 212, inciso 3, he escrito a Su Santidad, Francisco, la siguiente carta en relación con su Exhortación Apostólica, Amoris Laetitia, que se ocupa de los padres como los primeros educadores y otros asuntos importantes:
Su Santidad:
Con respeto y atención al bien común y a la dignidad de las personas, y como esposo y padre, considero que la sección de Amoris Laetitia titulada «La necesidad de educación sexual», ha descuidado de manera muy grave a los padres, en un momento en que sus derechos, sobre educación sexual, están bajo serio y sostenido ataque en muchas naciones del mundo, y dentro de muchas instituciones internacionales.
Esta sección se extiende por más de cinco páginas sin hacer mención alguna de los padres, aunque sus derechos sí son mencionados anteriormente pero en otro contexto.
Por otra parte, sí existe una referencia a «instituciones educativas». Sin embargo, la educación sexual es «un derecho y deber fundamental de los padres», que «siempre debe llevarse a cabo bajo su dirección solícita, tanto en casa como en los centros educativos elegidos y controlados por ellos» como su predecesor, el Papa Juan Pablo II, se enseña a los fieles en la Familiaris Consortio, Número, 37.
Su Santidad, las Conferencias Episcopales de todo el mundo, incluyendo a Gran Bretaña, están trabajando a favor de nuestros oponentes, aquellos que atentan contra la vida, por medio de grupos de cabildeo («lobbys») que propugnan la imposición de programas de educación sexual que corrompen a los alumnos de educación primaria y secundaria.
Tales programas, entre ellos los de las escuelas católicas, involucran el proveer a nuestros hijos con acceso al aborto y a la contracepción. De este modo, Santo Padre, la autoridad Episcopal dada por Cristo, que nosotros los fieles reverenciamos, está siendo instrumentalizada para escandalizar y causar un daño terrible a nuestros hijos. Amoris Laetitia servirá para que esta terrible situación se haga aún peor.
Santo Padre, Yo creo, como todos los Católicos creemos, que el Papa es Pedro, la roca que Cristo eligió para construir Su Iglesia. El Papa está al servicio de la verdad inmutable de las enseñanzas de Cristo. Sin embargo, Santidad, el Papa no es el amo, sino el servidor de la verdad.
Su Santidad, una vez más, con respeto y con atención al bien común y a la dignidad de las personas, así como con mi autoridad como esposo y padre, observo que hay referencias al adulterio público contenidas en la exhortación apostólica Amoris Laetitia, que han fracasado en señalar el mal intrínseco del adulterio.
Considero que tales referencias, escandalizarían a los más pequeños en la forma en que Jesucristo nos advirtió en el versículo 92, capítulo 9, del Evangelio de San Marcos.
Lo que es peor, Santo Padre, la Exhortación Apostólica Amoris Laetitia, plantea la posibilidad de que los actos sexuales adúlteros pueden ser justificables. Esto demuestra una falta de misericordia, porque niega los católicos la verdad sobre lo correcto e incorrecto. Niega a los católicos el conocimiento necesario para ejercitar la verdadera libertad, el vivir libres de pecado.
También demuestra una falta de piedad, pues envía a los niños el falso mensaje, de que el matrimonio no es indisoluble. Podría decirse, Su Santidad, que la forma más eficaz de destruir los niños, es destruyendo al matrimonio como unión indisoluble y de por vida entre un hombre y una mujer.
Santo Padre, el Catecismo de la Iglesia Católica enseña que ciertas cosas como el adulterio, son «intrínsecamente malas».
Creo, Su Santidad, como todos los católicos creen, que el matrimonio es indisoluble pues fue el mismo Jesucristo quien así lo enseñó, y que si alguien se divorcia o repudia a su esposa y se casa con otra, él o ella comete adulterio – mismo que es considerado pecado mortal, el tipo de pecado grave por el cual uno se corta a sí mismo del amor de Dios. (Mateo, 19)
Creo, como todos los católicos creen, porque Jesucristo mismo lo enseñó, que al ir a la Santa Comunión recibimos el cuerpo de Jesucristo, Dios mismo: recibimos la vida y la promesa de la vida eterna. (Juan, 06:54)
Finalmente, Santo Padre, yo creo, como todos los católicos creen, en la enseñanza de San Pablo que si una persona come el cuerpo y bebe y la sangre de Jesucristo indignamente, no recibe la vida o la gracia, sino que come y bebe su propia condenación » por no discernir el cuerpo del Señor . (Corintios: 1,11.29)
Santo Padre, conozco a muchos católicos tanto en mi vida familiar como a través de mi trabajo. Conozco mujeres y hombres que han sido abandonados por su cónyuge para irse con otra persona y, son abandonados, dejados solos con sus hijos o bien sin ellos.
Si ese cónyuge abandonado luego ve a su esposa o esposo con una nueva pareja, recibir el Cuerpo de Cristo en la comunión, envía el mensaje a todo el mundo, incluyendo a los niños, de que después de todo, el matrimonio no es indisoluble. Esto destruye la verdad sobre el matrimonio. También causa daño psicológico y espiritual, cuestión no menos importante a los niños.
Santo Padre, con reverencia y con atención del bien común y a la dignidad de las personas, apelo a usted para que reconozca los graves errores contenidos en la recientemente publicada Exhortación Apostólica, Amoris Laetitia, en particular, aquellas secciones que conducirán a la profanación de la Eucaristía y que dañaran a nuestros hijos, y para que retire la Exhortación Apostólica con efecto inmediato.
Atentamente en Cristo
En el Evangelio según San Mateo, capítulo 14 versículos 3 – 4, leemos:
«Porque Herodes había aprehendido Juan y le había encadenado y metido en la cárcel, por causa de Herodías, mujer de su hermano. «Porque Juan le dijo: No te es lícito tenerla.»
Queridos Padres, debemos estar preparados a ser aprendidos y puestos en prisión, o peor aún, debemos estar preparados para ser tratados con desprecio, aislados en nuestras parroquias y comunidades, a perder nuestros trabajos por decir cosas como: «No es legal que le enseñes a mi hijo que el aborto está bien, que la contracepción está bien, que el llamado «matrimonio» entre homosexuales está bien. Estamos siendo llamados por Dios a dar testimonio de la verdad de fe, de que los padres son los primeros educadores de sus hijos.
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