El Comité de la ONU para los Derechos de los Niños ha sido extraordinariamente beligerante con la Santa Sede en la mañana de este miércoles 5 de febrero. Reclama que la Santa Sede expulse a todos los sacerdotes sospechosos de pederastia y les ponga a disposición de la justicia. En rueda de prensa, su presidenta, Kirsten Sandberg señaló lo siguiente:
“La Santa Sede ha adoptado políticas y prácticas que han llevado a la continuación del abuso y a la impunidad de los perpetradores (…) Han puesto conscientemente la preservación de la reputación de la Iglesia y la protección de los perpetradores por encima de los mejores intereses de los niños”.
¡¡No sólo eso sino que el comité pide a la Iglesia que modifique su doctrina sobre el aborto, la homosexualidad y los anticonceptivos!! En concreto el comité dice estar preocupado por lo siguiente:
- Las declaraciones sobre la homosexualidad de la Santa Sede contribuyen a la estigmatización de niños y adolescentes educados por parejas del mismo sexo.
- Urge a la Iglesia a usar su autoridad moral para condenar la discriminación o la violencia contra los niños basados en su orientación sexual o la de sus padres.
- Muestra su preocupación porque la Iglesia sigue haciendo énfasis en promover la complementariedad entre hombre y mujer y en la igualdad en dignidad "que no es lo mismo que la igualdad ante la ley".
- Reclama que retire los libros de texto de las escuelas católicas en las que se eduque en estereotipos de género que puedan limitar a los niños y niñas su educación y desarrollo.
- Muestra su preocupación por los adolescentes que se encuentran en los seminarios de la Legión de Cristo y de otras órdenes religiosas por estar aislados de sus familias y del mundo.
- Urge que se investiguen las alegaciones de niños y adolescentes separados por sus familias por si pudieran ser manipulados psicológicamente y que la Iglesia se asegure que en tal caso, los manipuladores v sean apartados de sus funciones.
- Reclama que la Iglesia revise el canon 1398 relativo al aborto para que se tengan en cuenta las circunstancias. Consideran que en ocasiones se pone en riesgo la vida y la salud de las chicas embarazadas.
- El comité se muestra "seriamente preocupado" por las consecuencias negativas del rechazo al acceso de anticonceptivos e información salud sexual y reproductiva de adolescentes.
La Santa Sede ya hizo sus alegaciones el pasado mes de octubre, pero han mantenido la literalidad de las recomendaciones. Así que el Vaticano ha respondido en apenas una hora agradeciendo la preocupación, pero quejándose de la injerencia de Naciones Unidas en asuntos internos y en la doctrina católica.
La ‘tarjeta amarilla’ de la ONU se produce además después de que la Santa Sede compareciera el pasado mes de enero ante la citada comisión de Naciones Unidas para explicar los asuntos de pederastia y la estrategia a seguir. Además, el papa Francisco formó el pasado mes de diciembre una comisión precisamente con el mismo objetivo: poner a disposición de la justicia civil los casos de pederastia.
No es nuevo. Benedicto XVI ya mostró públicamente la “vergüenza” de la Iglesia ante los casos de abusos a menores, pidió disculpas aún reconociendo que el daño podría ser irreparable y defendió que los culpables fueran puestos a disposición de la justicia civil. En diversas ocasiones señaló lo siguiente:
“Estoy profundamente consternado por el sufrimiento de jóvenes indefensos (…) Comparto el sentimiento de desazón y de traición de muchas victimas ante estos actos pecaminosos y el modo en que fueron afrontados por las autoridades de la Iglesia (…) ha habido una inadecuada respuesta a las víctimas (…) Han traicionado la confianza de jóvenes y sus familias (…) Han causado un inmenso daño a las víctimas, a la Iglesia y a la percepción pública del sacerdocio y de la vida religiosa. (…) Deberán responder ante Dios Todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos.
No fueron palabras: destituyó a 400 curas pederastas.
El compromiso de la Iglesia contra la pederastia es claro. ¿Por qué esa agresividad cuando la Iglesia ha tomado cartas en el asunto?, ¿por qué no dirigen la misma beligerancia hacia los acosos sexuales de los cascos azules o de los colegios de la UNESCO? Quéjate a la responsable del Comité para la Infancia, la noruega Kirsten Sandberg. Le enviaremos una copia al nuncio de Su Santidad el Papa Francisco ante Naciones Unidas, Mons. Francis Chullikatt.
Estimada presidenta del comité de Derechos del Niño de NNUU, Sra. Sandberg:
C/C Mons. Francis Chullikatt, nuncio de SS el papa Francisco ante NNUU
He escuchado sus duras declaraciones contra el Vaticano por proteger, presuntamente, a los curas pederastas. Debería saber que Benedicto XVI fue contundente en su censura a estos actos pidiendo que los responsables se pusieran a disposición de las autoridades civiles. Debería conocer también que el papa Francisco ha puesto en marcha el mecanismo para que eso se lleve a cabo.
El compromiso de la Iglesia contra la pederastia es claro. ¿Y el de la ONU?, ¿por qué no muestran la misma contundencia ante los lamentables casos de abusos sexuales por parte de los cascos azules?
Por otra parte, se permiten cuestionar la doctrina católica relativa a la anticoncepción, el aborto y la homosexualidad. ¿Por qué no respetan la libertad religiosa de los católicos?, ¿por qué esa injerencia tan abrupta en asuntos que no les son propios?
Espero una disculpa por su parte.
Para más información:
Benedicto XVI destituyó a 400 curas pederastas
La ONU insta al Vaticano a retirar a todos los curas pederastas
Comunicado del Vaticano sobre el informe del comité
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