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miércoles, 31 de enero de 2018

Movimiento de Católicos de Colombia se adhiere a la candidatura de Alejandro Ordóñez

27332624_1548943618534768_6646385197548506252_nEl Movimiento de Católicos de Colombia ha decidido adherirse a la candidatura a la presidencia del Dr. Alejandro Ordóñez Maldonado, según fue anunciado en una rueda de prensa el pasado lunes 29 de enero. El Movimiento de Católicos de Colombia –Solidaridad– es una organización católica que surgió a finales de 2016 luego de que la victoria en el NO del plebiscito fuera desconocida y violentada por el presidente Juan Manuel Santos. “Tenemos en el espejo de nuestros hermanos venezolanos la tragedia que causa el comunismo, por eso el catolicismo se levantará como un gigante que aplastará este flagelo que ha azotado a tantos países”, dijo el Director Nacional del Movimiento, Samuel Ángel.

Actualmente el Movimiento de Católicos Solidaridad cuenta con grupos organizados en al menos 500 municipios a lo largo del territorio nacional, incluyendo las principales ciudades de Colombia. Desde principos de año, el Movimiento inició una serie de consultas y conversaciones a nivel nacional y local para que entre todos definieran una postura colectiva frente a las elecciones que se llevarán a cabo el 11 de marzo. Como resultado de estas consultas y de las opiniones recibidas, el Movimiento decidió apoyar al Dr. Alejandro Ordóñez en su candidatura a la presidencia de la república.

Ordóñez reafirmó su compromiso de defender los principios católicos y oponerse al aborto, la ideología de género, la legalización de la unión homosexual y la adopción por parte de parejas del mismo sexo entre otros. También le restó importancia a las criticas de sectores que lo ha calificado de extremista y dijo que extremismo es querer imponer a la fuerza cosas como el aborto o la ideología de género, tal como lo quiso hacer el gobierno Santos a través de la ministra Gina Parodi o como lo hizo el negociador Humberto de la Calle en los acuerdos de La Habana. “Ellos se han desenmascarado y los católicos y los otros grupos cristianos no comemos cuentos”, dijo.

El Movimiento también decidó apoyar a José Miguel Santamaría Uribe, quien es candidato al Senado por el Centro Democrático con el Número 35. Santamaría se ha comprometido con  “el respeto a la vida, incluso de quienes aún están por nacer” así como la protección de la familia.

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lunes, 29 de enero de 2018

En marzo se comenzaría a aplicar la eutanasia a niños en Colombia

Captura de pantalla 2018-01-29 09.52.41En marzo estaría lista la reglamentación de la eutanasia en menores de edad, según la orden de la Corte Constitucional, afirmó el Ministro de Salud Alejandro Gaviria. En una conferencia pública con RCN, el ministro dijo que consideraba muy restringido el plazo de cuatro meses que había dado la Corte Constitucional en la sentencia T-423/17, pero que el Ministerio cumpliría con la orden para tener a tiempo la reglamentación.

“Hemos tenido una discusión larga en el Ministerio con expertos en estos temas, un tema complejo. El ministerio lo que ha empezado a recoger en una especie de consenso. Primer punto esto no puede aplicar para un niño de primera infancia, segundo en niños institucionalizados que están bajo el cuidado y protección del ICBF y un tercer punto, hay que tener en cuenta la opinión de los niños que no lo decía expresamente la Corte”, señaló.

Según el Ministro, no hay acuerdo aún entre la edad mínima a partir de la cual se aplicaría la eutanasia en menores, pero sí puede adelantarse que el requisito esencial sería la concurrencia entre las voluntades del médico, de los padres de familia, y del menor de edad.

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viernes, 26 de enero de 2018

2017: Amenaza de cisma en la Iglesia y confusión universal

screenshot-www.accionfamilia.org 2018-01-26 00-19-39-786La organización chilena Acción Familia ha publicado la traducción al Español del Informe “2017: Amenaza de cisma en la Iglesia y confusión universal” preparado por el Sr. Luis Dufaur para la Revista Catolicismo de Brasil. El informe hace un muy completo recorrido por los principales eventos a nivel político en el mundo, así como de los principales eventos ocurridos al interior de la Iglesia Católica, hilándolos a la luz de los mensajes de Nuestra Señora en Fátima.

El informe recuerda las tensiones políticas al interior de los Estados Unidos y la amenaza de misiles de Corea del Norte, la creciente amenaza terrorista que se asienta en Europa mientras los gobiernos tratan de apaciguar a la población y hacer como si nada ocurre, la crisis política provocada en España por la intentona independentista en Cataluña con el inmovilismo cómplice del gobierno central, el aumento grlobalizado de la delicuencia y la inseguridad, la represión brutal en Venezuela y el silencio pontificio al respecto. Mientras tanto, las dictaduras Rusa y China se consolidan internamente a través de la represión, recibiendo el apoyo de las delegaciones diplomáticas vaticanas, igual que con la imposición autocrática de los acuerdos de La Habana por parte del gobierno Santos, que recibió un gran apoyo con la visita del Papa Francisco en Septiembre.

Por su parte, al interior de la Iglesia Católica se ha abierto más aún la brecha ocasionada por la exhortación apostólica Amoris Laetitia. Se cumplió un año y el Papa sigue sin responder a las solicitudes filiales de aclaración de su intención magisterial respecto de la comunión para los divorciados vueltos a casar, mientras muchos obispos se valen del documento para subvertir la doctrina de la Iglesia, ya no sólo repecto del Matrimonio y la Familia, sino ya respecto de la anticoncepción, el aborto, y las uniones homosexuales. Se confirma así la denuncia del Prof. Josef Seifert que le costó su cargo en una universidad española: llamó a Amoris Laetitia una “bomba de tiempo” que demolería toda la Doctrina Moral de la Iglesia.

El informe también recoge la creciente preocupación por el endurecimiento del clima al interior de las altas jerarquías eclesiásticas, en donde se revela un rostro poco misericordioso del pontificado de Francisco, pues ordena intervenciones y despidos sin advertencia ni razón aparente, y sacerdotes fieles a la Iglesia resultan expulsados sin conocer el motivo, mientras instituciones como la Pontificia Academia para la Vida y el Pontificio Consejo para la Familia van siendo llenados de enemigos de la moral católica. Con la excusa del ecumenismo se vienen socavando las verdades de Fe y se cometen toda clase de abusos contra la liturgia de la Iglesia, profanando la eucaristía con rituales heréticos o paganos.

En resumen, el mundo avanza hacia el caos global y la confrontación líquida, una situación de conflicto permanente en que nadie es capaz de discernir quiénes son sus aliados y quiénes sus enemigos, mientras la barca de Pedro corre a la deriva, como si simplemente no tuviera nadie al timón. No obstante, en la debilidad se manifiesta la fortaleza indestructible de la Iglesia, y es en los momentos en que no parece haber solución humana, es que la gracia de Dios suscita los milagros  que hacen avergonzar a los impíos. Sin más preámbulos, los dejamos con el informe completo:

Descargar 2017 Amenaza de cisma en la Iglesia y confusión universal

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jueves, 25 de enero de 2018

Profamilia saca pecho por 10.500 asesinatos en 2017

Profamilia sangreLa sucursal colombiana de la Planned Parenthood, Profamilia, ha publicado las cifras de los abortos que realizó durante el 2017 y ha señalado con orgullo que ha logrado aumentarlas de 6.500 en el 2016 a 10.517 en el 2017.

Además, como si no fueran ya suficientes muertes, el director científico de Profamilia ha insistido sobre las falsas cifras de 400.000 abortos en el país. “En Colombia suceden anualmente alrededor de 300 o 400 mil abortos. De esta forma, otras entidades tuvieron que haber hecho cerca de 290.000 procedimientos, pero sabemos que no es así, sabemos que en nuestro país se siguen haciendo un alto número de estas intervenciones dentro de la ilegalidad”.

De sobra conocemos ya que la cifra de 400.000 carece de cualquier sustento objetivo: Está basada en la mera opinión de personal seleccionado por el mismo lobby abortista, y ha sido artificialmente inflada al menos unas 18 veces. Ese mismo fraude ha sido aplicado en todos los países de latinoamérica. Su propósito es engañar al público para invocar una supuesta “necesidad del aborto legal” que en realidad es inexistente.

Pero de las declaraciones de Profamilia podemos deducir otro uso de las mecionadas cifras: Al ser falsas, es obvio que la legalización del aborto no llegaría a esos números. Pero ellos insisten en que aún falta implementación basándose en que aún no se hacen esos 400.000 aborto. Luego no es descabellado percibir en estas declaraciones que el número de 400.000 es nada menos que la meta de facturación que la Planned Parenthood espera alcanzar a largo plazo en Colombia.

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martes, 23 de enero de 2018

La Santa Sede se pone del lado de los perseguidores de la Iglesia en China

Rome excommunicates Shantou bishop

Para los que no estén al tanto de la situación de la Iglesia Católica en China haremos un breve resumen: El gobierno comunista pretende tener el control total, administrativo e ideológico, sobre las confesiones religiosas en China, por lo cual pretende que los católicos chinos deben obedecer al gobierno comunista y no a la Iglesia universal. Algo parecido a la Constitución civil del clero impuesta en Francia por la Revolución Francesa. El mecanismo de este control es la “Asociación Patriótica China” dirigida por ateos del gobierno, y el “Consejo de Obispos” dirigido por los obispos leales al régimen. Ninguna de las dos insituciones tiene reconocimiento canónico de La Santa Sede.

Una de las principales manifestaciones de este control está en la intención permanente del gobierno chino de ordenar obispos sin la autorización del Papa, lo cual implica un delito de cisma para los obispos ordenantes y el obispo ordenado. Por su parte, existe un importante sector de la Iglesia Católica en China que rechaza a la Asociación Patriótica y se han mantenido fieles a la Iglesia Universal, a pesar de ser continuamente perseguidos y encarcelados por el gobierno chino: son la Iglesia Católica clandestina. En varias diócesis existe un obispo cismático puesto por el régimen, y un obispo clandestino elegido por el Papa y perseguido por el gobierno.

La información de AsiaNews el día de hoy, es que la Santa Sede le ha pedido a un obispo fiel, clandestino, que renuncie para dejar a cargo de la diócesis a un obispo cismático:

Por segunda vez en tres meses, la Santa Sede ha pedido la renuncia a Mons. Zhuang, quien fue ordenado secretamente en 2006, con la aprobación del Vaticano. Sin embargo, el gobierno chino le reconoce sólo como sacerdote, y apoya al obispo excomulgado Mons. José Huang Bingzhang, quien desde hace largo tiempo es miembro de la Asamblea nacional del pueblo, nombre otorgado al parlamento chino.

En una carta fechada el 26 de octubre, se pidió a Mons. Zhuang, de 88 años, que presentara su renuncia y dejara la cátedra al obispo excomulgado, que la Santa Sede está a punto de reconocer. Una fuente eclesial de Guangdong, que pidió mantenerse tras el anonimato, refiere a AsiaNews: «Esa vez Mons. Zhuang se negó a obedecer, e incluso aceptó ‘cargar con la cruz’ por haber desobedecido».

La fuente eclesial relata un ulterior incidente: del 18 al 22 de diciembre pasado, Mons. Zhuang fue llevado de su diócesis, en el sur del país, y escoltado hasta Beijing, para reunirse con algunos altos representantes del gobierno central y una delegación del Vaticano.

Representantes del gobierno mantuvieron bajo control a Mons. Zhuang hasta el 11 de diciembre. Aún a sabiendas de que el obispo es anciano, de que no goza de buena salud, y del clima extremadamente frío que imperaba en Beijing, ellos se negaron a aceptar su pedido de no dirigirse al norte, y tampoco le garantizaron la presencia de un médico. La fuente precisa que con Mons. Zhuang viajaron siete represnetantes de gobierno, pero que no permitieron que ningún sacerdote se sumara al viaje.

El anciano obispo fue alojado en el hotel Huguosi. El 19 de diciembre, lo llevaron a visitar algunos monumentos; al día siguiente fue llevado a visitar las sedes de la Asociación patriótica y del Consejo de Obispos chinos (cismáticos), donde se reunió con los obispos Ma Yinglin, Shen Bin y Guo Jincai, quienes se desempeñan, respectivamente, como presidente, vice-presidente y secretario general del Consejo de los obispos. La Asociación Patriótica y el Consejo de obispos no son reconocidos por la Santa Sede; además, los obispos Ma y Guo son ambos ilícitos, y aún no se han reconciliado con el Vaticano.

El 21 de diciembre, Mons. Zhuang fue llevado al hotel estatal de Diaoyutai. Allí fue recibido por tres representantes de la Administración estatal de asuntos religiosos; en esa ocasión, el Pbro. Huang Baoguo, un sacerdote chino que en el pasado trabajó en la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, lo condujo a un encuentro con –como dice la fuente deAsiaNews – «un obispo extranjero y tres sacerdotes extranjeros del Vaticano».

Desde que China y la Santa Sede retomaron los diálogos oficiales en 2014, Mons. Claudio Maria Celli fue colocado a cargo de las negociaciones. Si bien ya está retirado, en el pasado se desempeñó en la Secretaría de Estado, y es muy práctico en lo que respecta al tema China-Vaticano, y debido a ello ha estado varias veces en China. La fuente piensa que el prelado presente en el encuentro fue Mons. Celli.

La fuente de AsiaNews afirma que «el obispo extranjero» explicó a Mons. Zhuang cuál era el objetivo de su viaje a China: hacer algo para lograr un acuerdo con el gobierno chino, y lograr que Mons. Huang, el obispo ilegítimo, pasase a ser el obispo ordinario de la diócesis.

La fuente continúa explicando que la delegación vaticana pidió a Mons. Zhuang retirarse, confirmando cuanto estaba escrito en la carta fechada el 26 de octubre, agregando, a modo de consuelo para el viejo obispo, la posibilidad de que él pueda sugerir a Mons. Huang tres nombres de sacerdotes, entre los cuales este último elegiría al vicario general.

«Mons. Zhuang, al volver a escuhar el pedido, rompió en llanto», afirma la fuente, y agrega que «sería inútil nombrar como vicario general a un sacerdote que Mons. Huang podría remover según su agrado».

Algunos obispos del sur de China se opusieron a la idea de reconocer tan apresuradamente a Mons. Huang, quien fuera excomulgado oficialmente por la Santa Sede en 2011, cuando él aceptó la ordenación episcopal sin el mandato del Papa. Uno de los obispos, que pidió mantenerse en el anonimato, dijo a AsiaNews que el Vaticano les ha pedido una opinión acerca de Mons. Huang. «No sé cómo irá a terminar todo eso -agregó- pero ésta me parece una solución horrible».

En lo que respecta a la situación de Shantou, AsiaNews incluso ha pedido una confirmación del Vaticano. Un representante que está familiarizado con el caso de China, ha dicho que la carta recibida por Mons. Zhuang no era más que un pedido de opinión acerca del obispo ilícito Mons. Huang; otra personalidad ha callado al respecto. El Card. Joseph Zen, obispo emérito de Hong Kong, ha confirmado las noticias recogidas por AsiaNews.

La nueva Ostpolitik vaticana emprendida en el pontificado del Papa Francisco ha sido causa de preocupación constante entre los católicos chinos, que sienten un abandono total del Vaticano a quienes han soportado la persecusión con tal de mantenerse fieles a la Fe Católica. El Cardenal Joseph Zen de Hong Kong ha sido el primero en protestar por el nuevo acercamiento en que el Vaticano permite a los comunistas tomar el control de la Iglesia en China.

En noviembre de 2016 un sacerdote clandestino chino escribió una carta quejándose públicamente por la legitimación de lso abusos comunistas por parte de la Santa Sede:

Ante todo, el contenido del acuerdo, ¿existe o no? ¿Se evalúa o no la cuestión de la actual persecución religiosa en China?

En segundo lugar, por lo que parece, en el acuerdo se habla del perdón del Papa a los obispos ilegítimos, de modo que todos los obispos estén en comunión con el Papa. Pero nosotros nos preguntamos: ¿No debería el Vaticano pedir a los obispos oficiales que abandonen la Asociación patriótica?

En tercer lugar, en lo que se refiere a la llamada Conferencia episcopal china: ¿dicha organización, guiada por Beijing, continuará existiendo o no?

Si China y el Vaticano han de firmar un acuerdo referido al nombramiento de los obispos, nos encontramos ante dos graves problemas:

a)  Si tuviésemos que seguir el espíritu del acuerdo, deberíamos pertenecer y obedecer a los obispos de la iglesia oficial. Pero si aún siguiera existiendo la AP, la Oficina de asuntos religiosos del gobierno pedirá a los curas, que pertenecen a los obispos oficiales, que adhieran a la Asociación patriótica, apoyando la independencia, la autogestión y la autonomía de la Iglesia. Y nosotros, ¿qué hacemos?

b)  b) Si nosotros no pertenecemos a los obispos oficiales, entonces, ¿no seríamos doblemente ilegítimos?

Somos ilegítimos en la Iglesia, según la ley de la iglesia, dado que los sacerdotes no pueden existir sin una referencia (pertenencia) al obispo.

Somos ilegítimos desde el punto de vista del gobierno, (porque) nos negamos a registrarnos y esto, porque rechazamos adherir a la Asociación patriótica y recibir su carnet (con la registración del gobierno). De ese modo nosotros nos convertiríamos en lo que los nuevos reglamentos definen como «personal eclesiástico ilícito».

Frente a semejante delicada situación, nos preguntamos: ¿qué debemos hacer? ¿Tenemos que volver realmente a casa?

El Card. Zen dijo: «¡Dios no quiere un profeta exitoso, sino un profeta fiel!»

El p. Zhang Bo Da, un sacerdote perseguido, muerto en la diócesis de Shanghái supo decir: «¡Prefiero ser un fiel que tiene un Papa, en vez de un obispo sin Papa»!

Quien nos ha precedido, nos dio un ejemplo que imitar. Gracias a la ayuda del Señor, nosotros seguiremos adelante, continuaremos marchando en el camino de la fidelidad a Cristo, a la Iglesia y al Papa.

La aprobación en este caso, por parte de la Santa Sede, de instalar en una diócesis a un obispo cismático, y la degradación de un obispo fiel, representa una maniobra incomprensible por parte de quienes deberían velar por el bien de la Iglesia.

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viernes, 19 de enero de 2018

¿Llamó la Santa Sede la atención a un obispo ugandés que se oponía a la agenda LGBT?

Lilianne_Ploumen_visits_Pope_FrancisEl escándalo eclesial de esta semana: Lianne Ploumen, una ministra holandesa que además es activista radical en favor del aborto y la agenda LGBT habló en un programa de radio en su país contando que el Vaticano la había condecorado con la Orden de San Gregorio el Grande. Según ella, cuando la recibió no se dijo nada sobre su activismo en favor del aborto, pero a ella le consta que el Vaticano conoce sus actividades. De paso contó que lleva cierto tiempo haciendo cabildeo en favor de la agenda LGBT en la delegación Vaticana ante las Naciones Unidas.

De inmediato todos los ojos de la prensa sse pusieron en Roma esperando alguna reacción, pero pasaban los días y no había respuesta. La primera declaración vino del Cardenal Wilhelm Ejik, Arzobispo de Utrecht y Primado de los Países Bajos, quien dijo que la condecoración de Ploumen fue una decisión del Vaticano y que a él  en ningún momento se le consultó al respecto. Al poco tiempo, un breve pronunciamiento firmado por la subdirectora de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Paloma García Ovejero, fue enviado a la prensa diciendo que el homenaje a Ploumen “es parte de la praxis diplomática del intercambio de condecoraciones entre las delegaciones” y que “no puede ser considerada de ninguna manera un respaldo a la política a favor del aborto y control de la natalidad propugnada por la Sra. Ploumen”.

Sorprende la excusa acusada por la Santa Sede. Nunca se ha visto tal “praxis diplomática” de “intercambiar condecoraciones”. De hecho, basta con consultar el significado de la Orden de San Gregorio, que se supone es “reconocimiento a los católicos que han prestado un servicio especial a la Santa Sede”, como para creer que se le entregó a Ploumen como si fuera un mero souvenir de su visita al Vaticano. Además, se trata de una condecoración papal, cuya concesión pasa necesariamente por la aprobación del Santo Padre. Resulta así mismo inverosímil que en la Santa Sede no conocieran las actividades de Ploumen, especialmente cuando recientemente organizó un fondo global para financiar abortos en el tercer mundo, luego de que Donald Trump reactivara la política de la Ciudad de México que prohibe financiar abortos en el estranjero.

Así pues, lo único que se ha probado aquí es que Ploumen decía la verdad en aquella entrevista de radio. Por esta razón, nos ha llamado la curiosidad un episodio que ella menciona, y que quisiéramos investigar más a fondo:

Tuvimos un obispo en Uganda que se había manifestado en contra de la homosexualidad y luego el Vaticano le ha dicho: ‘mire, no estamos a favor de la práctica, pero el hombre es creado así y debemos aceptarlo de esa manera’.

Este episodio puede tener que ver con el hecho de que en 2014 Lianne Ploumen organizó un boicot que puso fin a toda ayuda internacional al país africano por la aprobación de una ley que prohibe las uniones homosexuales. El trámite de esta ley viene desde 2009 y recibió el apoyo de varios obispos de Uganda, como Mons. Charles Wamika obispo de Jinja, Mons. Augustine Salimo obispo de Sebei y Mons. Emmanuel Obbo arzobispo de Tororo. No obstante, ese mismo año, en un panel de las naciones unidas sobre discriminación contra los homosexuales, el delegado Vaticano dijo que “La Santa Sede se opone a toda discriminación injusta contra las personas homosexuales”, y aunque no mencionó a Uganda, sí fue entendido por los asistentes como un rechazo por parte del Vaticano al proyecto de ley. De hecho, de nuevo en 2014 el secretario de la conferencia episcopal ugandesa Mons. John Baptist Kauta ha dicho que la Iglesia no estaba a favor del proyecto original introducido en 2009 por los castigos impuestos a los homosexuales.

Ciertamente, no nos es posible confirmar o desmentir la afirmación de Ploumen de que el Vaticano habría llamado la atención a un obispo ugandés por oponerse a la homosexualidad. Pero al menos, los elementos de la historia, especialmente las opiniones encontradas entre varios obispos de Uganda y la delegación vaticana ante las Naciones Unidas, coinciden con lo que Ploumen afirma. Al final, el proyecte de ley fue aprobado, y muchos activistas homosexuales esperaban que el Papa Francisco lo condenara en su visita a Uganda en el 2015. No ocurrió.

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miércoles, 17 de enero de 2018

¿Cómo acceder a la Plataforma virtual para tomar el Diplomado en Doctrina Política de la Iglesia?

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El próximo 22 de Enero arranca el Diplomado Virtual en Doctrina Política de la Iglesia y queremos asegurarnos de que todos nuestros lectores puedan acceder y quedar inscritos y habilitados para entrar en la plataforma virtual y tomar el curso. Por este motivo queremos presentar unas breves insctrucciones para acceder y crear el usuario y contraseña necesarios en la página del curso.

Para acceder al curso pueden entrar directamente a través de la dirección web: http://asociacion.votocatolico.co/course/doctrina-politica-iglesia/  o a través de la página de Voto Católico Colombia, seleccionando "Doctrina Política de la Iglesia" en el menú principal.

Una vez en la página del curso, al final de la descripción se encuentran los tres planes de inscripción que tenemos para el Diplomado: Un pago único de $  550.000, pago en dos cuotas mensuales de $ 275.000, o el descuento del 30% para quienes pertenecen a la Asociación Voto Católico Colombia.

Al seleccionar uno de estos, se abre la pantalla de compra en la cual deberán ingresar sus datos. Este paso es fundamental, pues es aquí en donde se les pide establecer su nombre de usuario y contraseña, los cuales necesitarán para acceder después al curso. También en este formulario es dónde deberá introducir el cupón de descuento, si tiene alguno, lo cual corregirá automáticamente la cifra a pagar.

Al pulsar el botón "Comprar ahora", se generará la órden de pago y la podrán ver ahí mismo en la plataforma, e igual le llegará una copia a su correo electrónico. Para pagar sólo necesitan dirigirse a la dirección http://www.votocatolico.co/p/pagos-en-linea-con-pay-u.html y allí seleccionar el botón de pago según el monto correspondiente a la orden de pago.

El botón les dirigirá automáticamente a la pasarela de pagos de PayU Latam, en donde deberán ingresar su nombre completo y correo electrónico (Es fundamental que sea el mismo usado al inscribirse, para poder identificar el pago), y luego se desplegarán todas las opciones de pago, que incluyen Tarjeta de Crédito, Transferencia bancaria, y pagos en efectivo a través de banco o red Paga Todo, Baloto o Efecty.

Una vez se haya realizado el pago, actualizaremos cuanto antes la orden de pago, y recibirán el correspondiente recibo a su correo electrónico.

Desde ese momento quedarán inscrito al Diplomado Virtual, y al acceder a la página web http://asociacion.votocatolico.co/course/doctrina-politica-iglesia/ podrán ver las diferentes lecciones del curso. Si por alguna razón al entrar en la página no parece haber ingresado con su usuario y contraseña, pueden acceder a http://asociacion.votocatolico.co/my-courses/ y allí ingresar su nombre de usuario y contraseña y encontrará su inscripción al Diplomado Virtual.

Las clases comenzarán el lunes 22 de enero. La plataforma que estamos utilizando aún tiene algunos errores notorios en su traducción al Español, por los cuales nos excusamos, pero que no afectarán en nada el contenido del curso. Esperamos que este Diplomado sea una oportunidad de formación y crecimiento intelectual y espiritual, tanto para ustedes, como para nosotros.

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lunes, 15 de enero de 2018

Las contradicciones del Lobby LGBT frente a las personas que dejan la homosexualidad

screenshot-twitter.com 2018-01-15 11-59-05-781Hace unos días la diputada santandereana Ángela Hernández publicó una foto en su cuenta de Twitter, en la cual afirma “Como defensores de familia es una alegría compartir con hombres que algún día tuvieron confundida su sexualidad; hoy gracias a Dios y su poder han podido recuperar su identidad.” De inmediato, el diario El Espectador, panfleto del progresismo masónico, corrió a entrevistar a Marcela Sánchez, directora de “Colombia Diversa” el principal lobby LGBT del país, al respecto.

La entrevista es algo extensa para su contenido: La entrevistadora Cecilia Orozco Tascón no hace sino repetir la misma pregunta una y otra vez, y por ende, las respuestas de Sánchez también giran en torno a repetir exactamente lo mismo. No obstante, en la entrevista se observa una contradicción, que lejos de ser error de la entrevistada, es sintomática de la contradicción permanente en que incurre el lobby LGBT al enfrentarse al hecho de que hay personas que abandonan la homosexualidad:

Una diputada santandereana de posiciones ultrarreligiosas publicó en redes esta semana una polémica imagen en la que aparece ella, muy sonriente, con cinco señores, y un pie de foto en que se lee: “Como defensores de familia es una alegría compartir con hombres que algún día tuvieron confundida su sexualidad; hoy gracias a Dios y su poder han podido recuperar su identidad”. ¿Cuál es su reacción ante ese mensaje?

Se trata de lo que puede denominarse propaganda política basada en engaños, la cual fomenta, además, la intolerancia. Es imposible leer esa imagen por fuera de la coyuntura mundial de movimientos que se oponen a que las personas LGBT seamos consideradas ciudadanas plenas que —como mínimo— tenemos derecho a la autodeterminación, a decidir lo mejor para nosotros mismos y a no avergonzarnos por lo que somos. Tampoco se puede leer por fuera de la campaña electoral de grupos evangélicos que hacen política con su rechazo a la población LGBT, usando estrategias de comunicación que aprovechan la confusión, apelan a los miedos y generan pánico sobre la sexualidad e identidad de las personas por la desinformación de la sociedad en estos temas.

(…)

La siguiente frase del mismo mensaje, en que se dice: “Hoy, gracias a Dios y su poder han podido recuperar su identidad”, ¿también la preocupa?

Sí. En primer lugar, por el nivel de confusión de los términos usados y porque se intenta volver masivo ese mensaje. En segundo lugar, porque creemos firmemente que no es posible, mediante prácticas religiosas, cursos o exposición en medios de comunicación, cambiar la orientación sexual o la identidad de género de nadie. Por esta misma razón, no son ciertas las afirmaciones de algunos grupos religiosos en el sentido de que nosotros pretendemos homosexualizar niños y decirles que pueden “volverse” hombres o mujeres. Son completamente falsas. Sería un despropósito celebrar que convertimos a alguien en gay, lesbiana o trans. No lo consideramos ética ni humanamente posible.

Por una parte, dice Sánchez que las personas LGBT “tenemos derecho a la autodeterminación, a decidir lo mejor para nosotros mismos y a no avergonzarnos por lo que somos”, e inmediatamente después dice “creemos firmemente que no es posible, mediante prácticas religiosas, cursos o exposición en medios de comunicación, cambiar la orientación sexual o la identidad de género de nadie”. ¿Respecto a qué tienen entonces la mencionada autodeterminación? ¿Tienen derecho a “decidir lo mejor para nosotros mismos” pero no tienen derecho a decidir que dejar la homosexualidad es lo mejor  para ellos?

De hecho las contradicciones llegan al absurdo cuando pretenden posar de rigoristas a la hora de juzgar los casos de ex-homosexuales.

Entonces, ¿descarta la veracidad de la afirmación de la diputada sobre la supuesta “conversión” sexual de los hombres que aparecen a su lado en la fotografía?

En 15 años de trabajo en Colombia Diversa, no conocemos un caso en ese sentido ni una teoría científica que valide esas prácticas.

¿Y es que acaso hay una “teoría científica” que valide que cuando un hombre se mutila los genitales y se pone implantes se convierte en mujer? Que quienes reclaman que la sexualidad humana está desvinculada de cualquier dato biológico, y correponde única y exclusivamente a la percepción subjetiva de la persona sobre su propia identidad, exijan una “teoría científica” que valide que haya personas que hayan dejado la homosexualidad es, cuando menos, ridículo.

Y no es que no exista evidencia empírica de que estos cambios sean reales y una explicación psicológica de lo que ocurre, de hecho se apoya en lo que la investigación psicológica conocía acerca de las causas de la homosexualidad, y que el lobby gay se encargó de silenciar luego de tomar el control de la Asociación Americana de Psicología. Más aún, son muchos los homosexuales, incluso figuras públicas que reafirman su homosexualidad, quienes han declarado ser perfectamente conscientes del carácter adquirido de sus inclinaciones homosexuales.

Claro está, para el lobby LGBT, aceptar que la homosexualidad es causada por factores en la crianza, y que como tal representa una condición perfectamente sanable, implica el derrumbe de toda su narrativa ideológica que se funda en la equiparación entre la homosexualidad y la heterosexualidad.  Marcela Sánchez ridiculiza y minimiza el testimonio de las personas ex homosexuales, porque sabe que después del revés que supuso la reacción contra la Ideología de Género en 2016 sabe que proponer la prohibición de la terapia reparativa puede dispararles por la culata. Pero no albergamos la menor duda de que apenas sientan un cambio en el ambiente político, como con la elección de un presidente pro-LGBT, no tendrán temor de reclamar la persecusión a todo el que ofrezca apoyo a las personas que quieran dejar la homosexualidad.

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viernes, 12 de enero de 2018

De cómo el Concilio Vaticano II evitó una condena contundente del Comunismo

concilio-vaticano2El Comunismo es una ideología condenada por la Iglesia Católica. Los papas León XIII, San Pío X, Pío XI y Pío XII fueron contundentes en señalar su oposición a la Fe católica y la imposibilidad de que un católico pueda participar o colaborar con organizaciones comunistas. Esto es magisterio infalible, por su confirmación en la tradición apostólica, y no pude ser abrogado. No obstante, a partir del Vaticano II, tales condenas fueron olvidadas, y si a nivel de la Santa Sede se produjo un acercamiento diplomático a los regímenes comunistas, en muchas diócesis los obispos y sacerdotes se involucraron directamente en la lucha comunista a través de la Teología de la Liberación.

Ahora, han salido a la luz tres documentos que hicieron parte de las comisiones preparatorias del Concilio Vaticano II y que fueron rápidamente descartados y olvidados al inicio de las sesiones conciliares. DE CURA ANIMARUM PRO CHRISTIANIS COMMUNISMO INFECTIS (Sobre el cuidado de las almas con respecto a los cristianos infectados con el comunismo), DE CURA ANIMARUM ET COMUNISMO (Sobre el cuidado de las almas y el comunismo), y DE LAICORUM APOSTOLATU IN AMBITIBUS MATERIALISMO, PRAESERTIM MARXISTICO, IMBUTIS (Sobre el apostolado de los laicos en ambientes empapados de materialismo, particularmente de marxismo). Los tres documentos fueron traducidos al Inglés por Matthew Cullinan Hoffman para LifeSiteNews.

Aquí puede consultar los documentos completos (En Inglés)

El mayor de los documentos, De cura animarum pro christianis communismo infectis, proponía un esquema de acción triple: contrarrestando la propaganda marxista dirigida a los católicos, combatiendo la infiltración de comunistas dentro de la Iglesia Católica, y ayudando a la Iglesia que vivía clandestinamente bajo la opresión de los regímenes comunistas. El documento denunciaba al Comunismo como una falsa religión, que simulaba una falsa idea de redención que acababa por provocar “el saqueo de la libertad del hombre… e igualmente el derrocamiento de la dignidad humana y la profanación de la vida humana, así como la eliminación de la autoridad de los padres para educar a sus hijos”.

“A la Iglesia le corresponde el derecho y el deber de luchar contra el comunismo ateo con respecto a la doctrina y con respecto a la acción o los métodos de actividad”, afirma el documento. Más tarde agrega que “una lucha espiritual contra el comunismo ateo, o ‘este invento tan lleno de errores y delirios’, debe llevarse a cabo para que los fieles cristianos puedan ser fortalecidos”.

El documento también abogó por programas para educar a los fieles con respecto a las doctrinas de la Iglesia Católica sobre la justicia social, proporcionar una contra-respuesta sistemática a la propaganda comunista y lanzar un esfuerzo evangélico para convertir a los comunistas al cristianismo. Todo esto estaría al servicio de un proyecto para cristianizar la sociedad moderna, con el esquema instando a los sacerdotes a tener “un corazón que arda para el establecimiento de un orden social cristiano”.

Es importante destacar que De cura animarum insistió en que los católicos que se involucraran en el “progresismo” y resisten la batalla de la Iglesia contra el comunismo deben ser “silenciados públicamente por la autoridad eclesiástica” y los sacerdotes culpables de los mismos deben ser “severamente amonestados, y si el caso lo amerita, castigados con sanciones”.

Sin embargo, los documentos fueron descartados en los primeros meses del Concilio cuando los obispos liberales de habla alemana, francesa y holandesa del “grupo del Rin” superaron a la mayoría conservadora y tomaron el control de las comisiones que supervisaban los documentos del concilio. Luego rechazaron la mayoría de los esquemas preparatorios que se habían emitido a los padres del concilio, reemplazándolos con esquemas que generalmente evitaban condenar los errores de la época. Los esquemas que condenan el comunismo y el marxismo nunca fueron considerados. Lo que quedó fue solo una tímida crítica del ateísmo en el documento Gaudium et Spes, con una referencia oblicua en una nota a pie de página a las condenas anteriores al comunismo por los Papas.

Aquí puede consultar los documentos completos (En Inglés)

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miércoles, 10 de enero de 2018

ALERTA: Corte Interamericana pretende imponer el “matrimonio” homosexual e ideología de género

34741979755_88e75a339a_cLa Corte Interamericana de Derechos Humanos ha emitido una “opinión consultiva” en respuesta a la consulta presentada por el gobierno de Costa Rica respecto de la protección de la Convención Americana de Derechos Humanos al “cambio de sexo” legal para transexuales y la legalización de las uniones entre personas del mismo sexo. En la opinión de la Corte, tanto el reconocimiento legal de la “identidad auto-percibida” como el “vínculo familiar entre personas del mismo sexo” constituirían “derechos protegidos por la Convención Americana”, con lo cual pretende que su “protección” sea obligatoria para todos los países del continente.

El 18 de mayo de 2016 el gobierno de Costa Rica solicitó a la Corte Interamericana una opinión sobre “la protección que brinda la Convención Americana sobre Derechos Humanos al reconocimiento del cambio de nombre de las personas, de acuerdo con la identidad de género de cada una” y “la protección que brinda la Convención Americana al reconocimiento de los derechos patrimoniales derivados de un vínculo entre personas del mismo sexo.” La Corte recibió más de 91 intervenciones, entre las cuales, poniendo como “ejemplo a seguir” las decisiones de la Corte Constitucional sobre “matrimonio” homosexual e ideología de género, intervinieron el gobierno colombiano y la Pontificia Universidad Javeriana de Cali, y la Universidad San Buenaventura de Cali.

Ayer, la Corte Interamericana emitió la opinión consultiva, en la cual afirma que “la orientación sexual, y la identidad de género son categorías protegidas por la Convención Americana” y que “el cambio de nombre, la adecuación de la imagen, así como la rectificación a la mención del sexo o género, en los registros y en los documentos de identidad para que estos sean acordes a la identidad de género auto-percibida, es un derecho protegido por la Convención Americana”, por lo cual “los Estados están en la obligación de reconocer, regular, y establecer los procedimientos adecuados para tales fines.”

Es de subrayar la definición que la Corte presenta de “Identidad de Género”:

La Corte definió a la identidad de género como ‘‘la vivencia interna e individual del género tal como cada persona la siente, la cual podría corresponder o no con el sexo asignado al momento del nacimiento’’. El derecho a la identidad de género y sexual se encuentra ligado al concepto de libertad y la posibilidad de todo ser humano de auto-determinarse y escoger libremente las opciones y circunstancias que le dan sentido a su existencia, conforme sus propias opciones y convicciones. El Tribunal afirmó que ‘‘el reconocimiento de la identidad de género por el Estado resulta de vital importancia para garantizar el pleno goce de los derechos humanos de las personas trans’’. Esto incluye, entre otros derechos, la protección contra todas las formas de violencia, la tortura y malos tratos, así como la garantía del derecho a la salud, a la educación, al empleo, la vivienda, acceso a la seguridad social, así como el derecho a la libertad de expresión, y de asociación.

Tanto la definición, como las condiciones que pone la Corte para los procedimientos de “cambio de sexo” legal, implican el abandono forzoso de cualquier dato objetivo a favor de la “identidad de género auto-percibida”. Más aún, en tales condiciones “deben ser de carácter reservados, proteger los datos personales y no reflejar cambios de identidad de género”, por lo cual parecerían defender el “derecho” a ocultar el hecho de que se haya realizado tal procedimiento, por ejemplo, a un futuro cónyuge. Se trata pues, no solamente del apoyo estatal a la falsedad en el dato objetivo sobre la identidad sexual, sino de el uso de la violencia coercitiva del Estado para imponer tal falsedad como verdad jurídica.

Además, la Corte no para ahí, sino que de paso afirma que los procedimientos deben estar abiertos al “cambio de sexo” de niños y adolescentes menores de edad. “esta Corte entiende que las consideraciones relacionadas con el derecho a la identidad de género que fueron desarrolladas supra también son aplicables a los niños y niñas que deseen presentar solicitudes para que se reconozca en los documentos y los registros su identidad de género auto-percibida.”

Por último, frente a las uniones homosexuales, la Corte afirma que “la Convención Americana no protege un determinado modelo de familia. Debido a que la definición misma de familia no es exclusiva de aquella integrada por parejas heterosexuales, el Tribunal consideró que el vínculo familiar que puede derivar de la relación de una pareja del mismo sexo se encuentra protegido por la Convención Americana. Por tanto, estimó que todos los derechos patrimoniales que se derivan del vínculo familiar de parejas del mismo sexo deben ser protegidos, sin discriminación alguna con respecto a las parejas entre personas heterosexuales” y que “para garantizar los derechos de las parejas del mismo sexo no es necesaria la creación de nuevas figuras jurídicas, y por ende, optó por extender las instituciones existentes a las parejas compuestas por personas del mismo sexo –incluyendo el matrimonio–, de conformidad con el principio pro persona.”

Contra tales afirmaciones de la Corte Interamericana habla la misma Convención Americana que en su artículo 17 hace explícita la conformación de la familia como hombre y mujer.

Artículo 17.  Protección a la Familia

1. La familia es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado.

2. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia si tienen la edad y las condiciones requeridas para ello por las leyes internas, en la medida en que éstas no afecten al principio de no discriminación establecido en esta Convención.

Se trata de la misma realidad que en Colombia, y en casi todo el resto de países de occidente, hemos vivido con la Corte Constitucional y su enviciamiento por el neo-constitucionalismo y la “interpretación evolutiva”: Poco importa lo que diga el texto que se ha de interpretar siempre que por encima del tribunal no haya ningún otra instancia que juzgue sus actos. Costa Rica ya lo probó con su apelación a la sentencia Artavia Murillo y otros vs. Costa Rica,  la cual quedó en nada por tratarse de apelación ante el mismo autor de la sentencia a juzgar. El concepto de la Corte no es de por sí vinculante, pero implica una posición de la Corte que desde ya demuestra cuál será el juicio de la misma en las denuncias elevadas ante ella, por lo cual la única forma de librarse de tal imposición, pasa por denunciar la jurisdicción de la Corte y apartarse del sistema interamericano de Derechos Humanos.

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martes, 9 de enero de 2018

¿Cuáles son los inamovibles frente a los acuerdos de La Habana?

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La coalición del NO parece resquebrajarse por cuenta de las diferencias entre los candidatos respecto del mecanismo de elección. Alejandro Ordóñez e Iván Duque proponen una consulta popular el día de las elecciones al Congreso, mientras Marta Lucía Ramírez quiere, por un lado competir solo con Ordóñez para definir al candidato del Conservatismo, y que la decisión sea a través de encuestas, tal y como se hizo al interior del Centro Democrático. En medio de la discusión, ha surgido la pregunta acerca de si al menos existe un consenso entre los candidatos acerca del programa que implica la coalición, una pregunta muy conveniente a nuestro juicio, pues justamente desconfiamos de la conformidad de todos los candidatos con el rechazo del electorado a los acuerdos con las FARC el 2 de Octubre de 2016.

¿Cuáles son los puntos inamovibles frente a los acuerdos de La Habana? A modo de ejercicio reflexivo nos permitimos resaltar los elementos fundamentales que necesariamente tendrán que estar en la base del mencionado acuerdo programático, pues de no estar, implicarían un fraude a los colombianos que votaron NO al plebiscito sobre los acuerdos.

  1. La victoria del NO en el plebiscito implica un rechazo global a los acuerdos. A pesar de que se insistió al gobierno Santos que debía someter a consideración los puntos del acuerdo con las FARC por separado, dada la amplitud de temas y reformas planteadas, el gobierno insitió en los acuerdos representaban una unidad indivisible y no podían votarse por separado. Así pues, al pueblo se le hizo votar los acuerdos en bloque y en las urnas rechazó los acuerdos en bloque. No existe ninguna base legítima que permitiera afirmar que el rechazo de los acuerdos se concentraba en puntos específicos. El Uribismo, al pretender apropiarse de la victoria en el plebiscito y arrogarse la legitimidad para renegociar con Santos, sólo acabó legitimando la burla al resultado del plebiscito.
  2. Todo lo implementado a través del “Fast-track” está viciado de ilegalidad. Tanto los acuerdos mismos, como el Acto Legislativo 01 de 2016 que creaba el trámite abreviado para la implementación de los acuerdos, incluían el mecanismo de refrendación popular como parte de su vigencia. De ahí que el uso del “Fast-track” se hizo de forma ilegal. Este punto es fundamental en la coalición, pues pretender reconocer actualidad jurídica a la implementación de los acuerdos, como propone Marta Lucía Ramírez, significa renunciar de plano a cualquier reforma sobre los mismos al estar reconociendo su inclusión en la Constitución.
  3. Se ha de recuperar el Estado de Derecho, más no el de la Constitución de 1991. Es claro que con la excusa de la paz se ha subvertido la institucionalidad establecida en la Constitución de 1991 y se han cometido toda clase de abusos en contra del Estado de Derecho, que cabe preguntarse si la Constitución aún sigue vigente. No obstante se ha de reconocer que esta subversión e imposición ilegítima de los acuerdos con las FARC no hubiera sido posible sin la cooptación de poder en manos del ejecutivo, gracias a las redes de corrupción y clientelismo, y sin una interpretación abusiva del derecho, gracias a la escuela del Neo-Constitucionalismo que lleva más de una década instalada en la Corte Constitucional. El régimen autocratico de La Habana extiende sus raíces en las contradicciones internas de la Constitución de 1991 y se alimenta de ellas. Por eso no tiene sentido pretender volver al régimen de 1991, pues tarde o temprano terminará desembocando en lo mismo que tenemos ahora.
  4. La defensa de la Vida, la Familia, y la Libertad Religiosa es irrenunciable. Desde el mismo Santos para abajo, achacaron la derrota del plebiscito a la controversia por la Ideología de Género en los colegios. Más aún, aunque en su momento se achacó buena parte de la victoria en el plebiscito al voto de los protestantes evangélicos, hoy sabemos que es más el rechazo a los mismos entre la población católica, la cual probablemente fue la que más influyó en los resultados del 2 de Octubre. Por esto mismo, el rechazo de la legalización del aborto, de la eutanasia, de las uniones homosexuales, de la adopción por parejas del mismo sexo, de la imposición de la Ideología de Género en la educación, deben estar en el acuerdo programático del candidato del NO. Dejar por fuera las cuestiones morales, o asumir una postura liberal en ellos, significaría defraudar a la población que el 2 de Octubre rechazó los acuerdos con las FARC, con una candidatura que en nada se diferenciaría de la de Petro, Fajardo o Vargas Lleras, todos colaboradores de la agenda de degeneración moral.

Por lo menos, estos son los puntos que los católicos consideramos “no-negociables” en una candidatura que pretenda representar el rechazo a los acuerdos con las FARC. Por eso mismo, preocupa que no parece haber consenso entre los candidatos del NO a este respecto. Desde Voto Católico Colombia hemos defendido siempre la primacía del voto de conciencia frente al engaño del voto útil. Por lo tanto, si la candidatura que resulte de la coalición del NO no representa una opción moralmente válida, no tendremos otra salida que declararla tan inaceptable como cualquier candidatura de izquierda.

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viernes, 5 de enero de 2018

2018: un año de elecciones ¿Qué tanto está en juego?

Imagen relacionadaEste año estará atravesado por las elecciones al Congreso y a la Presidencia de la República. Es un hecho. Toda la primera mitad estará consumida por la campaña electoral, y la segunda mitad del año está sumida en incertidumbre pues depende irremediablemente del resultado de aquellas. Muchos estarán acostumbrados a ver que las elecciones van y vienen sin que nada cambie en el país. No obstante, cuando se evalúa las agendas que se ponen a prueba en las próximas elecciones, se ve que en esta oportunidad es mucho más lo que está en juego que en la mayoría de las elecciones anteriores.

En primer lugar, todos están de acuerdo en que el debate central estará en la implementación de los acuerdos con las FARC. Lo primero que tendrán que tener presente los votantes es que votar por un candidato que defiende la implementación de los acuerdos (Fajardo, Petro, De la Calle, Timochenko) será darle a la agenda de las FARC la victoria irreversible que no tuvieron el 2 de Octubre de 2016. La victoria de cualquiera de los candidatos del SI, sin importar su color político o talante personal, significará necesariamente la consolidación del “régimen de transición” que las FARC anunciaron que convierte lo firmado en los acuerdos en la agenda de transformaciones a nivel político, económico y social que gobernará al país durante los siguientes años.

Ahora bien, esto no significa necesariamente que votar por alguno de los candidatos que rechazan los acuerdos nos vaya a librar automáticamente del régimen bolivariano que inauguró Juan Manuel Santos. La pelea por revertir la agenda de La Habana no será fácil y el presidente que la quiera dar necesitará el apoyo del Congreso y de la sociedad civil para enfrentar el aparato institucional, mediático e internacional que se ha ido construyendo alrededor de los acuerdos. Asumir una posición conciliadora, de no derogar los acuerdos sino reformarlos, seguramente terminará conduciendo a la consolidación de lo pactado mientras su implementación simplemente se postergue por un tiempo, en virtud de mecanismos como la Comisión de Verificación o la Justicia Especial para la Paz.

Por otra parte, en cuestiones de vida y familia el lobby progresista ve en estas elecciones la oportunidad de dar el gran golpe de gracia en Colombia. En 2014 advertimos que de ganar Juan Manuel Santos se ampliaría el aborto, se legalizaría el “matrimonio” y la adopción homosexual, y se impondría la “educación en derechos sexuales y reproductivos” así como la ideología de género en los colegios. No sólo acertamos en todo esto, sino que el gobierno Santos, representado en el ateo recalcitrante Alejandro Gaviria, de paso legalizó la eutanasia y el consumo de marihuana, y autorizó el cambio legal de sexo por vía notarial. El gobierno Santos ha sido el gran apogeo del lobby anti-vida y anti-familia, que ha triunfado en todo aquello que ha querido, con apenas una excepción: En agosto de 2016, debido a la masiva manifestación de docentes y padres de familia, y valga mencionar, a la proximidad del plebiscito sobre los acuerdos de La Habana, el gobierno Santos tuvo que frenar la implementación de la Ideología de Género en los colegios.

La implementación quedó suspendida, no cancelada, y del resultado de las elecciones de mayo dependerá que se reanude o no. La irrupción del lobby homosexual en las aulas de clase para separar a los hijos de sus padres y adoctrinándolos según su ideología es la cereza del pastel que consolidará todos los exabruptos jurídicos que la Corte Constitucional ha regalado al país y que sin embargo no han conseguido hacerle cambiar su forma de pensar. Y tratar de impedir este golpe de gracia contra la institución familiar parece ser aún más dificil, viendo la baraja de candidatos a la presidencia. Pues si respecto a los acuerdos con las FARC existen dos bandos de candidatos más o menos definidos, en los temas de vida y familia, hasta dentro del conservatismo y el uribismo hay quienes defienden mantender y consolidar la agenda del lobby homosexual (Iván Duque y Marta Lucía Ramírez).

Viendo todo lo que está en juego, no parece una situación tal en la que los católicos puedan darse el lujo de abstenerse de ir a las urnas. Valga recordar lo que al respecto mencionaba el Papa Pío XII “Pesada es, en consecuencia, la responsabilidad de todo el que –hombre o mujer– goza del derecho político del voto, sobre todo cuando los intereses religiosos están en peligro: en este caso, la abstención es, de por sí, sépanlo bien, un grave y fatal pecado de omisión. Por lo contrario, hacer uso y buen uso de este derecho, es trabajar con eficacia por el verdadero bien del pueblo, es obrar como leales defensores de la causa de Dios y de la Iglesia.” (Alocución Vous vous présentez)

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jueves, 4 de enero de 2018

La furia anti-católica en Colombia, por Eduardo Mackenzie

Reproducimos el siguiente artículo del periodista Eduardo Mackenzie, publicado originalmente en el Periódico Debate.

Resultado de imagen para eduardo MackenzieHay una fuerte persecución  contra los católicos y, en general, contra los cristianos de Colombia. Esa persecución, que puede llegar a concretizarse en muertes violentas, amenazas y expulsiones forzadas de los territorios, es poco conocida en el exterior e incluso en las ciudades colombianas aunque ese fenómeno se amplía como una mancha vergonzosa por todo el país, sobre todo en las regiones rurales, apartadas o no.

La prensa de las capitales poco informa al respecto y las autoridades departamentales y municipales, y los jueces respectivos, no se muestran muy inclinados a investigar y sancionar ese tipo de crímenes. No obstante, se trata de una persecución real, sistemática, violenta y hasta bárbara.

Esa calamidad nacional es invisible pues muchas de las víctimas sufren o padecen en silencio, y se hallan  casi siempre en regiones alejadas de Bogotá. Y porque los actores violentos, sobre todo las bandas comunistas (FARC, ELN, EPL), quienes durante décadas han perseguido y asesinado sacerdotes, pastores, monjas y misioneros católicos y protestantes por razones ideológicas, hacen todo lo posible por camuflar ese tipo de delito.

En septiembre pasado, el Coronel (r.) Alfonso Plazas Vega, héroe del rescate del Palacio de Justicia de Bogotá que había sido asaltado e incendiado por una banda castrista el 6 de noviembre de 1985 --donde mataron 33 magistrados, 11 miembros de la fuerza pública, 7 empleados--, le envió al Papa Francisco, en vísperas de su visita a Colombia, una carta abierta en la que le explica cómo en Colombia hay centenas de víctimas cristianas de la violencia marxista. La carta  incluye una detallada lista de algunos “casos documentados de sacerdotes y miembros de la Iglesia Católica asesinados” por las bandas narco-comunistas, así como algunos casos de crímenes cometidos por esa gente contra pastores y misioneros no católicos.

Ese documento cita los nombres de 20 sacerdotes asesinados entre octubre de 1989 y julio de 2017. Describe, en el mismo periodo, los casos de 11 sacerdotes secuestrados, 2 torturados, 4 heridos, 2 amenazados de muerte y 6 expulsados de sus parroquias.  Allí indica igualmente que, según el Consejo Evangélico de Colombia, en los últimos diez años, fueron asesinados 133 pastores evangélicos. El Coronel Plazas cita las cifras de la Conferencia Episcopal. Esta dice que, entre 1984 y 2017, 83 sacerdotes fueron asesinados, entre ellos un arzobispo y un obispo. Agrega que en ese periodo otros 17 obispos y 52 sacerdotes fueron amenazados. En sólo 2013, tres sacerdotes fueron asesinados y cinco obispos, 27 sacerdotes, un misionero y un diácono fueron secuestrados. El informe señala que 58 iglesias fueron atacadas o destruidas por esas bandas.

Fuera de esa atroz persecución hay en Colombia otras formas de presión anticatólica, sobre todo en el terreno político-electoral. Los grupos de laicos católicos y cristianos que rechazan, como tantos otros sectores,  lo pactado en La Habana por el gobierno de JM Santos y las FARC, y que fueron un factor central del rechazo de tales pactos en el plebiscito del 2 de octubre de 2016, y que jugaron después un gran papel en las manifestaciones anti FARC y anti ideología de género de 2017, son objeto ahora de maniobras para marginarlos de la participación política. Sus voceros, activistas y candidatos son acusados de ser “ultraconservadores”, “homófobos” y “retrógrados”.

Para indicar que su persecución contra la Iglesia Católica seguiría sin descanso, las FARC proyectaron, el 2 de septiembre de 2017, el símbolo de su brazo político sobre la catedral primada de Colombia, durante un mitin nocturno, lo que desató una ola de protestas en todo el país. El presidente del Tribunal Eclesiástico de Bogotá, Monseñor Pedro Mercado, calificó esa proyección como un “acto de violencia ideológica e irrespetuosa provocación”. Sin embargo, desde entonces la presión para aislar y desalojar a los católicos de la campaña electoral se ha intensificado.

Un candidato presidencial, Alejandro Ordoñez Maldonado,  ex procurador general de la nación, ex miembro del Partido Conservador, del que se retiró en vista del apoyo que sus directivas ofrecían al gobierno de Santos, es objeto de una muy organizada campaña hostil. Las facciones seguidoras del presidente Santos y las organizaciones de izquierda, comunistas y verdes que respaldan al gobierno y a las FARC y son adictas al relativismo moral, a las falsas innovaciones morales de la época, como el aborto, la eutanasia, el matrimonio homosexual y el lobby LGTBI, están en plena ofensiva para impedir que el célebre jurista logre registrar su candidatura y sea elegido candidato de una vasta coalición de centro-derecha que pueda ganar la elección presidencial de mayo de 2018. Para los sectores que buscan la continuidad de la política pro-FARC de Santos, Ordoñez es la mayor amenaza.

El eje de la campaña anti Ordoñez, el único candidato presidencial que se declara católico y defensor de la vida, es simple: destruir su buena reputación mediante la calumnia. La técnica consiste en lanzarle apelaciones infamantes como “extremista”, “reaccionario” y “homófobo”.  Pero tales esfuerzos no parecen mellar la determinación del ex procurador, ni la de los electores. En sólo cinco meses de viajes y mítines por el país, Ordóñez recogió más de dos millones 200 mil firmas de respaldo. El espera que al superar con creces la cifra que exige la ley para tal inscripción, la autoridad electoral registre oficialmente su candidatura presidencial y pueda él participar en la consulta inter-partidaria de marzo.

Esos éxitos acrecentaron la furia de la izquierda pero también la de editorialistas que militan en el partido uribista, que esperan reconquistar la presidencia de la República con Iván Duque, un candidato que se dice “de extremo centro”. Alfonso Monsalve, escribió, en efecto, un violento artículo en el portal web Debate, el que, sin mencionarlo, acusa a Alejandro Ordóñez de todo. Dice que “hay gente de derecha que se asume como del Centro Democrático (…) que cree que [la política] consiste en asumir el clericalismo político, es decir, la necesidad de tener un estado confesional, en nuestro caso, cristiano”.

Ese estado, según Monsalve, sería “excluyentemente católico, o excluyentemente cristiano”. El estima, además, que Ordóñez quiere “imponerle sus creencias a los demás por la fuerza” y que él “apela exclusivamente al sentimiento religioso para ganar las elecciones”.

El exaltado redactor está convencido de que Ordóñez “una vez en el poder [comenzará] a imponer sus concepciones sobre la vida, el cuerpo y lo que [él entiende] por buenas costumbres”.

Su delirio llega al extremo de sugerir que si Alejandro Ordóñez gana la presidencia de la República, lo que sigue es la guerra civil. Pues en ese gobierno los católicos, según Monsalve, “perseguirán a los protestantes” y a otras religiones. La conclusión es grandilocuente: con Ordóñez “la violencia estará servida”.

En ese sartal de mentiras y postulados falsos no podía faltar la advertencia fingida contra el autoritarismo: Ordóñez va a imponer una “verdad oficial” de obligatorio cumplimiento “sobre la  familia y la sexualidad”, entre otras cosas. Pues para Alejandro Ordóñez, según el cronista uribista,  “no hay una moral social distinta a la religiosa que profesa”, ni puede haber “una ética pública ni una política de estado que no se reglen” (sic) por la religión cristiana.

Ese esfuerzo de deformación de la personalidad y del ideario político de Alejandro Ordóñez no se explica por la sola confrontación izquierda-derecha, ni centro-derecha. Es algo que va más allá y que muestra hasta dónde puede llegar el odio anticatólico, incluso en formaciones políticas como el Centro Democrático que no había insultado hasta ahora así a sus aliados y que, por el contrario, había trabajado armoniosamente con Ordóñez durante la campaña por el No antes del 2 de octubre de 2016. Hasta hoy muchos veían al CD como una formación de derecha popular dirigida por un ex presidente, Álvaro Uribe Vélez, que no ocultó jamás su catolicismo y su respeto por las creencias políticas y religiosas ajenas.

Ese partido parece ser cosa del pasado. El nuevo CD tiene una cara dura y sectaria. En el texto de Monsalve, no cuestionado por nadie hasta ahora, hay como una declaración de guerra contra una de las personalidades conservadoras del país que tienen más opción para capitalizar el enorme descontento popular por la capitulación del gobierno de Juan Manuel Santos ante las FARC. Pues las ambigüedades del candidato Duque sobre los acuerdos de La Habana y sobre ciertos valores de izquierda, suscitan recelos en el seno del CD. La perorata de Monsalve también apunta, por alusión, contra el ex ministro conservador, vicepresidente del CD, Fernando Londoño Hoyos, director del popular noticiero La Hora de la Verdad, cuando amonesta a “ese sector de la derecha [que] desde una tribuna radial o un portal pretende dividir al Centro Democrático”. Increíble.

Así va el partido uribista, el mismo que se presenta como “incluyente” y “unitario” y como vencedor sin necesidad de nadie más de la elección presidencial de mayo próximo.

El artículo de Monsalve contiene otros errores, como su valoración del pensamiento de Karl Popper. Monsalve ignora que uno de los primeros filósofos liberales en erigirse contra el relativismo moral fue Popper. Él decía que esa postura “es la amenaza más grave que planea sobre nuestra civilización”.  La moral del todo se vale, todo es relativo, todo es civilización, todo depende de la época, como las entidades políticas que Alejandro Ordóñez critica, debe ser repudiada por los bloques de opinión que ganaron el plebiscito. Monsalve no entiende que la sociedad abierta de Popper supone el triunfo de la verdad discernible sobre la verdad relativa, “verdad” donde todo vale y todo cabe, desde el colectivismo marxista hasta las libertades “burguesas”. Pero eso será tema de otro artículo.

@eduardomackenz1

3 de enero de 2018

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miércoles, 3 de enero de 2018

Abren en Medellín Pro-Mujer, centro de apoyo para la mujer embarazada

26047111_134768063884735_2989750208230021872_nEl pasado 28 de diciembre abrió sus puertas en la ciudad de Medellín Pro-Mujer, el primer centro de apoyo para la mujer embarazada en crisis. El centro surge bajo la iniciativa de la Red Antioquia Provida para “orientar a las mujeres que se encuentran en un embarazo en crisis y buscan desesperadamente una solución”, y por ello quiere ofrecer alternativas a la cruel práctica del aborto.

Pro-mujer ofrece asesoría general para las mujeres con embarazos en crisis, y a través de alianzas estratégicas con instituciones de la red provida, tiene acceso a una amplia gama de servicios que van desde la consulta médica y psicológica hasta hogares casa-cuna y apoyo laboral para las madres con dificultades econónicas. “Brindamos asesoría a mamás que tienen dudas sobre su embarazo para darle el apoyo y las herramientas necesarias para que lo lleve a feliz término.”

Pro-mujer está ubicado en la Calle 54 #43-44, entre Girardot y El Palo. También ofrece asesoría teléfónica o vía Whatsapp en el teléfono 300 6393413 o via e-mail en el correo ayuda@promujer.com.co.

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martes, 2 de enero de 2018

Obispos de Kazajistán afirman como “no lícito” admitir a los divorciados en segunda unión a la comunión

Mons. Tomash Peta, Arzobispo Metropolitano de la archidiócesis de Maria Santísima en Astana, su obispo auxiliar Mons. Athanasius Schneider y Mons. Jan Pawel Lenga, arzobispo y obispo emérito de Karaganda han publicado una “profesión de las verdades inmutables respecto del matrimonio sacramental” en la cual denuncian la confusión y las contradicciones que ha causado la exhortación apostólica Amoris Laetitia del Papa Francisco. Así mismo, afirman que “No es lícito justificar, aprobar o legitimar, ni directamente ni indirectamente, ya sea el divorcio ya sea una relación sexual no conyugal estable, con una disciplina sacramental de admisión a la Santa Comunión de los así llamados «divorciados vueltos a casar», tratándose en este caso de una disciplina ajena a la entera Tradición de la fe católica y apostólica”.

Publicamos a continuación el texto completo:

Profesión de las verdades inmutables respecto del matrimonio sacramental

Después de la publicación de la Exhortación Apostólica «Amoris laetitia» (2016) diversos obispos han emitido a nivel local, regional y nacional normas concernientes a la aplicación de la disciplina sacramental a los fieles llamados «divorciados vueltos a casar», quienes se unieron en una convivencia estable more uxorio con una persona que no es su legítimo cónyuge, pese a que esté vivo quien sí tiene esa condición, con quien está unido por un válido vínculo matrimonial.

Las normas mencionadas prevén, entre otras cosas, que en casos individuales las personas llamadas «divorciados vueltos a casar», puedan recibir los sacramentos de la Penitencia y de la Santa Comunión, pese a continuar viviendo habitual e intencionalmente more uxorio con una persona que no es su legítimo cónyuge. Tales normas han recibido a menudo aprobación de parte de diversas autoridades jerárquicas y algunas de ellas fueron inclusive dadas por buenas por la suprema autoridad de la Iglesia.

La difusión de dichas normas pastorales eclesiásticamente aprobadas han causado una notable y creciente confusión entre fieles y en el clero; confusión ésta que toca manifestaciones centrales de la vida de la Iglesia, como lo son el matrimonio sacramental que da origen a la familia, la iglesia doméstica y el sacramento de la Santísima Eucaristía.

Según la doctrina de la Iglesia sólo el vínculo matrimonial sacramental constituye una iglesia doméstica (cf. Concilio Vaticano II, Lumen gentium, 11). La admisión de los fieles «divorciados vueltos a casar» a la Santa Comunión, que es la expresión máxima de la unidad de Cristo-Esposo con Su Iglesia, significa en la práctica un modo de aprobación y legitimación del divorcio y, en ese sentido, una especie de introducción del divorcio en la Iglesia.

Las mencionadas normas pastorales se revelan de hecho y con el tiempo un medio de difusión de la «plaga del divorcio», expresión usada por el Concilio Vaticano II (cf. Gaudium et spes, 47). Se trata de una difusión de esta «plaga del divorcio» inclusive en la propia vida de la Iglesia, cuando Ésta debería ser en cambio - a causa de su fidelidad incondicional a la doctrina de Cristo - un baluarte y una señal inconfundible de contradicción contra la plaga del divorcio cada vez más difusas en la sociedad civil.

De modo inequívoco y sin admitir ninguna excepción Nuestro Señor y Redentor Jesucristo ha reconfirmado solemnemente la voluntad de Dios en lo que dice respecto a la prohibición absoluta del divorcio. Una aprobación y legitimación de la violación de la sacralidad del vínculo matrimonial, aunque lo sea indirectamente por medio de la mencionada nueva disciplina sacramental, contradice en modo grave la expresa voluntad de Dios y Su mandamiento. Tal práctica representa por lo tanto una alteración substancial de la disciplina sacramental bimilenaria de la Iglesia. Además, con el correr del tiempo, una disciplina substancialmente alterada acarreará también una alteración de la correspondiente doctrina.

El constante Magisterio de la Iglesia, comenzando por las enseñanzas de los Apóstoles y de todos los Sumos Pontífices, ha conservado y trasmitido fielmente ya sea en la doctrina (en la teoría), ya sea en la disciplina sacramental (en la práctica), de modo inequívoco, sin sombra alguna de duda y siempre en el mismo sentido y con idéntico significado (eodem sensu eademque sententia) la cristalina enseñanza de Cristo con respecto a la indisolubilidad del matrimonio.

A causa de su naturaleza divinamente establecida, la disciplina de los sacramentos no debe contradecir la palabra revelada: «Los sacramentos no sólo suponen la fe, sino que, a la vez, la alimentan, la robustecen y la expresan por medio de palabras y de cosas; por esto se llaman ‘sacramentos de la fe’  (Concilio Vaticano II, Sacrosanctum Concilium, 59). «Incluso la suprema autoridad de la Iglesia no puede cambiar la liturgia a su arbitrio, sino solamente en virtud del servicio de la fe y en el respeto religioso al misterio de la liturgia» (Catecismo de la Iglesia Católica, 1125). La fe católica por su propia naturaleza excluye una formal contradicción entre la fe profesada, por una parte, y la práctica de los sacramentos, por otra. En este sentido se puede entender también la siguiente afirmación del Magisterio: «El divorcio entre la fe y la vida diaria de muchos debe ser considerado como uno de los más graves errores de nuestra época» (Concilio Vaticano II, Gaudium et spes, 43) y «la pedagogía concreta de la Iglesia debe estar siempre unida y nunca separada de su doctrina» (Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris consortio, 33).

En vista de la importancia de la doctrina y de la disciplina del matrimonio y de la Eucaristía, la Iglesia está obligada a hablar con la misma voz. Por lo tanto, las normas pastorales que dicen respecto a la indisolubilidad del matrimonio no deben contradecirse entre una diócesis y otra, entre un país y otro. La Iglesia ha observado este principio, como lo atestigua San Ireneo de Lyon, desde los tiempos de los Apóstoles: «Si bien la Iglesia esté difundida por todo el mundo hasta los extremos de la tierra, por el hecho de haber recibido de los Apóstoles y de los discípulos la fe, conserva esta predicación y esta fe con cuidado y – como si habitase en una sola casa – cree en ella de la misma manera, como si tuviese una sola alma y un solo corazón y con voz unánime, como si tuviese una sola boca, predica la verdad de la fe, la enseña y la transmite» (Adversus haereses, I, 10, 2). Santo Tomás de Aquino nos transmite el mismo perenne principio de la vida de la Iglesia: «Hay una sola y misma fe de los antiguos y de los modernos; si no, no habría una única y misma Iglesia» (Questiones Disputatae de Veritate, q. 14, a. 12c).

Permanece actual la siguiente amonestación del Papa Juan Pablo II: «La confusión, creada en la conciencia de numerosos fieles por la divergencia de opiniones y enseñanzas en la teología, en la predicación, en la catequesis, en la dirección espiritual, sobre cuestiones graves y delicadas de la moral cristiana, termina por hacer disminuir, hasta casi borrarlo, el verdadero sentido del pecado» (Exhortación Apostólica Reconciliatio et paenitenia, 18).

A la doctrina y disciplina sacramental concerniente a la indisolubilidad del matrimonio rato y consumado, es plenamente aplicable el sentido de las siguientes afirmaciones del Magisterio de la Iglesia:

  • «Pues la Iglesia de Cristo, diligente custodia y defensora de los dogmas a Ella confiados, jamás cambia en ellos nada, ni disminuye, ni añade, antes, tratando fiel y sabiamente con todos sus recursos las verdades que la antigüedad ha esbozado y la fe de los Padres ha sembrado, de tal manera trabaja por limarlas y pulirlas, que los antiguos dogmas de la celestial doctrina reciban claridad, luz, precisión, sin que pierdan, sin embargo, su plenitud, su integridad, su índole propia, y se desarrollen tan sólo según su naturaleza; es decir, el mismo dogma, en el mismo sentido y parecer» (Pio IX, Bula dogmática Ineffabilis Deus).
  • «En lo que dice respecto a la substancia de la verdad, la Iglesia tiene, frente a Dios y a los hombres, el sagrado deber de anunciarla, de enseñarla sin atenuantes, como Cristo la ha revelado y no existe ninguna condición de los tiempos que pueda dispensar del rigor de esta obligación. Ese deber liga la conciencia de todos los sacerdotes a los cuales ha sido confiado el cuidado de amaestrar, amonestar y guiar a los fieles» (Pio XII, Discurso a los párrocos y cuaresmalistas, 23 de marzo de 1949).
  • «La Iglesia no historiza, no relativiza las metamorfosis de la cultura profana, su naturaleza siempre igual y fiel a sí misma, como Cristo la quiso y la tradición la perfeccionó» (Paulo VI, Homilía dal 28 de octubre de 1965).
  • «No menoscabar en nada la saludable doctrina de Cristo es una forma de caridad eminente hacia las almas» (Paulo VI, Encíclica Humanae Vitae, 29).
  • «La Iglesia no cesa nunca de invitar y animar, a fin de que las eventuales dificultades conyugales se resuelvan sin falsificar ni comprometer jamás la verdad.» (Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris consortio, 33).
  • «De tal norma (la ley moral divina) la Iglesia no es ciertamente ni la autora ni el árbitro. En obediencia a la verdad que es Cristo, cuya imagen se refleja en la naturaleza y en la dignidad de la persona humana, la Iglesia interpreta la norma moral y la propone a todos los hombres de buena voluntad, sin esconder las exigencias de radicalidad y de perfección» (Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Familiaris consortio, 33).
  • «El otro es el principio de la verdad y de la coherencia, por el cual la Iglesia no acepta llamar bien al mal y mal al bien. Basándose en estos dos principios complementarios, la Iglesia desea invitar a sus hijos, que se encuentran en estas situaciones dolorosas, a acercarse a la misericordia divina por otros caminos, pero no por el de los Sacramentos de la Penitencia y de la Eucaristía, hasta que hayan alcanzado las disposiciones requeridas del alma» (Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Reconciliatio et paenitentia, 34).
  • «La firmeza de la Iglesia en defender las normas morales universales e inmutables no tiene nada de humillante. Está sólo al servicio de la verdadera libertad del hombre. Dado que no hay libertad fuera o contra la verdad» (Juan Pablo II, Encíclica Veritatis splendor, 96).
  • «Ante las normas morales que prohíben el mal intrínseco no hay privilegios ni excepciones para nadie. No hay ninguna diferencia entre ser el dueño del mundo o el último de los miserables de la Tierra: ante las exigencias morales somos todos absolutamente iguales» (Juan Pablo II, Encíclica Veritatis splendor, 96).
  • «El deber de reiterar esta no posibilidad de admitir a la Eucaristía (a los divorciados vueltos a casar) es condición de verdadera pastoralidad, de auténtica preocupación por el bien de estos fieles y de toda la Iglesia, ya que indica las condiciones necesarias para la plenitud de aquella conversión a la cual todos son siempre invitados por el Señor» (Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Declaración acerca de la admisibilidad a la Santa Comunión a los divorciados vueltos a casar, 24 de junio del 2000, n. 5).

Como obispos católicos, los cuales – según la enseñanza del Concilio Vaticano II – deben defender la unidad de la fe y de la disciplina común de la Iglesia, y buscar que surja para todos los hombres la luz de la verdad plena (cf. Lumen gentium, 23), nos vemos obligados en conciencia a profesar, ante la desenfrenada confusión, la inmutable verdad y la igualmente inmutable disciplina sacramental concerniente a la indisolubilidad del matrimonio conforme a la enseñanza bimilenaria e inalterada del Magisterio de la Iglesia. En este espíritu reiteramos:

  • Las relaciones sexuales entre personas que no están unidas entre sí por el vínculo de un matrimonio válido, como se verifica en el caso de los «divorciados vueltos a casar», son siempre contrarias a la voluntad de Dios y constituyen una grave ofensa a Dios.
  • Ninguna circunstancia o finalidad, ni siquiera una posible imputabilidad o culpa disminuída, pueden hacer de tales relaciones sexuales una realidad moral positiva y agradables a Dios. Lo mismo vale para los otros preceptos negativos de los Diez Mandamientos de la Ley de Dios. Ello a causa de que «existen actos que, por sí y en sí mismos, independientemente de las circunstancias, son siempre gravemente ilícitos por razón de su objeto.» (Juan Pablo II, Exhortación Apostólica Reconciliatio et paenitentia, 17).
  • La Iglesia no posee el carisma infalible de juzgar sobre el estado de gracia interno de un fiel (cf. Concilio di Trento, sess. 24, cap. 1). La no admisibilidad a la Santa Comunión de los así llamados «divorciados vueltos a casar» no significa por lo tanto un juicio de su estado de gracia ante Dios, sino un juicio del carácter visible, público y objetivo de su situación. A causa de la naturaleza visible de los sacramentos y de la misma Iglesia, la recepción de los sacramentos depende necesariamente de la situación visible y objetiva de los fieles.
  • No es moralmente lícito tener relaciones sexuales con una persona que no es el propio cónyuge legítimo, para evitar un supuesto otro pecado. Ello a causa de que la Palabra de Dios nos enseña que no es lícito «hacer el mal para que venga el bien» (Rom 3, 8).
  • La admisión de tales personas a la Santa Comunión puede ser permitida solamente cuando, con la ayuda de la gracia de Dios y de un paciente e individual acompañamiento pastoral, ellas hacen un sincero propósito de cesar de allí en adelante tales relaciones sexuales y de evitar el escándalo. En ello se ha expresado siempre en la Iglesia el verdadero discernimiento y el auténtico acompañamiento pastoral.
  • Las personas que mantienen relaciones sexuales no conyugales de modo habitual, violan con tal estilo de vida el indisoluble vínculo nupcial matrimonial respecto al legítimo cónyuge. Por esta razón no son capaces de participar «en el Espíritu y en la Verdad» (cf. Jn 4, 23) en la cena nupcial eucarística de Cristo, teniendo también en cuenta las palabras del rito de la Sagrada Comunión: «¡Beatos los invitados a la Cena del Cordero!» (Ap 19, 9).
  • El cumplimiento de la voluntad de Dios, revelada en Sus Diez Mandamientos y en Su explícita prohibición del divorcio, constituye el verdadero bien espiritual de las personas aquí en la Tierra, permitiendo así que sean conducidas a la salvación de la vida eterna.

Siendo los obispos en su oficio pastoral quienes deben «velar por la fe católica y apostólica» (cf. Missale Romanum, Canon Romanus), estamos conscientes de esta grave responsabilidad y de nuestro deber ante los fieles que de nosotros esperan una profesión pública e inequívoca de la verdad y de la disciplina inmutables de la Iglesia en lo que dice respecto a la indisolubilidad del matrimonio. Por esta razón no nos es permitido callar.

Afirmamos por lo tanto en el espíritu de San Juan Bautista, de San Juan Fisher, de Santo Tomás Moro, de la Beata Laura Vicuña y de numerosos conocidos y desconocidos confesores y mártires de la indisolubilidad del matrimonio:

No es lícito (non licet) justificar, aprobar o legitimar, ni directamente ni indirectamente, ya sea el divorcio ya sea una relación sexual no conyugal estable, con una disciplina sacramental de admisión a la Santa Comunión de los así llamados «divorciados vueltos a casar», tratándose en este caso de una disciplina ajena a la entera Tradición de la fe católica y apostólica.

Haciendo esta pública profesión ante nuestra conciencia y ante Dios que nos ha de juzgar, estamos sinceramente convencidos de prestar así un servicio de caridad en la verdad a la Iglesia de nuestro tiempo y al Sumo Pontífice, Sucesor de San Pedro y Vicario de Cristo sobre la Tierra.

31 de diciembre del 2017, Fiesta de la Sagrada Familia, en el año del centenario de las apariciones de Nuestra Señora de Fátima.

+ Tomash Peta, Arzobispo Metropolitano de la archidiócesis de Santa Maria en Astana

+ Jan Pawel Lenga, Arzobispo, obispo emérito de Karaganda

+ Athanasius Schneider, Obispo auxiliar de la archidiócesis de Santa Maria en Astana

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