
Termina el año 2020, un año de aquellos que la historia recordará con ganas de olvidarlo. El terror ante el Coronavirus se ha convertido en el vehículo para la deformación total del orden sociopolítico. De la noche a la mañana los gobiernos de varios países decidieron imponer prisión domiciliaria a su población y prolongarla la mitad del año. Bajo el pretexto de proteger la vida, miles de hogares han perdido el sustento para que meses después se reconociera que el confinamiento había sido inútil...