
En el interior de todo hombre existe un lugar privilegiado en que el alma se encuentra desnuda ante Dios, y en el cual la Ley Eterna ilumina nuestras vidas y nuestras acciones enseñando a distinguir lo verdadero de lo falso, lo bueno de lo malo. Ese lugar es la conciencia, allí, nuestros actos son juzgados de cara a la verdad y su juicio es tan poderoso que no podemos desatenderlo sin caer en pecado.El documento que presentamos a continuación es un testimonio invaluable de esta verdad: Una vez la...