(El Tiempo.com) Dicen que es un modelo que fracasó en Europa y que vulnera los derechos de padres y alumnos.
"¿Usted, como padre de familia que trabaja, estaría de acuerdo con que su hijo se esté masturbando en clase bajo la dirección de un profesor?", dijo Ana María Ramírez, uno de los 500 padres de familia que apoyan la causa de la organización no gubernamental Red Familia Colombia que le dice no a la forma como el Distrito y algunas instituciones están abordando la educación sexual en los colegios públicos y privados de Bogotá. La pregunta de Ramírez surge de una actividad pedagógica propuesta en una de las cartillas que utiliza la Secretaría de Educación para enseñarles a los profesores sobre pedagogía de la sexualidad. "Dice así: A media luz... le proponemos invitar a cada persona para que estimule diversas partes de su cuerpo. Deberán identificar la reacción que se produce y la idea que les deja esa sensación. Un gimnasio con colchonetas es perfecto para este ejercicio", dice el texto de la cartilla que mostró la madre familia.
Ninguno de los padres de la ONG está de acuerdo con estas actividades. "Es una pedagogía volcada a lo físico, es reduccionista del amor. La prueba es que cada vez hay más jóvenes deprimidos, con tendencias suicidas o con embarazos prematuros", dijo Ramírez. El movimiento crítica, sobre todo, que estos ejercicios se impartan a niños desde los diez años. "Eso es un abuso contra el menor. La educación sexual debe estar acorde con su edad y no solo volcada al placer físico, sino a la dignificación de las personas. Hay otras dimensiones de la sexualidad", dijo Pilar Arango, sicóloga y miembro de la ONG. Ramírez denunció que uno de los videos muestra una imagen animada de una niña mientras se masturba. "No es tabú, pero este tipo de imágenes violenta la intimidad de un niño. Luego puede encontrarle el gusto a la pornografía, a la droga, a todo lo que lo estimule sólo físicamente", añadió.
También traían una cartilla, con el logotipo de la Alcaldía, que era distribuida, según dijeron, en sitios públicos, en la que se explicaba a la gente el significado de ser lesbiana, gay, bisexual, chica o chico 'trans'. "A esta cartilla la desaparecieron luego de una denuncia de un concejal llamado Marco Fidel Ramírez. El manual decía que, según como los niños se perciban, pueden ser hombre, mujer o intersexual. Eso no es cuestión de percepción, es una realidad que abarca lo biológico, lo afectivo, lo intelectual y lo espiritual. Romper con esta relación física y psíquica termina en graves consecuencias sicológicas de identidad", dijo Arango. Los padres de familia señalaron que, de no llegar a un acuerdo con el Distrito para que sean tomados en cuenta en la educación de sus hijos, están dispuestos a evaluar mecanismos legales para revertir la forma en la que los colegios están abordando el tema. Con cartillas en mano, criticaron que se inviertan más de 2.600 millones de pesos en "elementos pedagógicos vacíos", dijo Catalina de Bedout, otra miembro de la ONG.
Un fracaso en Europa
La denuncia de los padres de familia va más allá de la sola crítica. Señalaron que estas cartillas fueron importadas de España. "Todo eso, con nuestros impuestos", dijo Arango. Explicaron que ese modelo de educación (el de las cartillas y los videos) fue implementado en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, con pésimos resultados. "Hay estudios que comprueban que, después de 8 años, esa educación fue un desastre y por eso, gracias a una lucha de padres en ese país, todo se está reversando", dijo Ramírez. Por eso, la ONG critica que en Bogotá se esté educando con materiales que, según ellos, fracasaron en Europa. "No admitimos que nos llamen homofóbicos. Peleamos por que no vulneren nuestros derechos. A nosotros, los padres de familia, sí que nos están discriminando", dijo Ramírez.
Secretaría se defiende
Julián Moreno, coordinador de Salud al Colegio, dijo que "la cartilla está avalada por la Organización Panamericana de la Salud y diseñada por una agencia europea experta en generación de didácticas para la formación que defiende el modelo de que todo ciudadano debe tener como proceso formativo situaciones concretas de la vida". Explicó que la cartilla no está pensada para los estudiantes sino para que el docente se eduque y luego transmita sus conocimientos. Agregó que hay más de 205 docentes con la cartilla, que no ha recibido quejas y que se ha cumplido el objetivo de que los maestros hablen con sus alumnos.
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