Según informa El Espectador, el senador Orlando Castañeda, la representante a la Cámara Esperanza Pinzón, la concejal Clara Sandoval, la Organización Claudia Rodríguez de Castellanos, la Fundación Un Solo Corazón y la iniciativa 1H+1M, todos vinculados a la Misión Carismática Internacional, han lanzado el movimiento “Yo Adopto – Niños con Papá y Mamá”, con el cual se busca promover la adopción de niños que por tener enfermedades graves o tener más de dos hermanos, difícilmente serán adoptados por las parejas actuales.
La presentación se hizo a las 7:00 de la noche del pasado sábado, durante un encuentro en la calle 22C # 31-01 y al que asistieron casi 1.000 familias. Los hogares que tienen hijos menores de edad con características especiales fue uno de los temas del encuentro. Para esto, Isaiev Leygen y Svetlana, una pareja ucraniana que adoptó a siete niños portadores de VIH (acción por la que obtuvieron el reconocimiento “Familia Orgullo de Ucrania” en 2012), fue una de las invitadas para dialogar con el público y contar su experiencia.
¿Quién podría oponerse a la posibilidad de que los niños en situación de vulnerabilidad tuvieran un padre y una madre? Pues al lobby LGBT no le ha caído nada bien la propuesta. Para la representante a la Cámara Angélica Lozano “esta organización, compuesta por los mismos promotores del referendo que pretende limitar la adopción sólo a parejas heterosexuales y es liderado por la senadora Viviane Morales, está usando de excusa a los niños para discriminar a los homosexuales.” Incluso han llegado a decir que que movimientos como “Yo adopto – Niños con papá y mamá” van en contra de la constitución de 1991 e implican un retroceso.
Esto recuerda el caso de Eunice y Owen Johns, de 62 y 65 años, una pareja británica que había cuidado a 15 niños como padres sustitutos, pero a los que dos jueces de Nottingham en 2011 declararon incapaces para adoptar, a causa de sus convicciones cristianas de que el “estilo de vida homosexual” es inaceptable. Según el fallo, poner a niños al cuidado de los Johns podría "generar un conflicto con el deber de la autoridad local de salvaguardar y promover el bienestar de los niños", dado que sus convicciones fueron vistas como “perjudiciales” para el desarrollo de los niños.
Por lo visto, para los homosexuales, que impulsan la adopción por parejas del mismo sexo alegando defender los derechos de los menores, que haya más familias (hombre y mujer) dispuestas a adoptar a los niños en condiciones de vulnerabilidad, representa de algún modo una amenaza para sus pretensiones. Si más familias buscan la adopción habrá menos niños disponibles para las parejas homosexuales, y eso es lo que les preocupa. Para ellos lo importante no es que los niños tengan una familia, sino que los homosexuales consigan adoptar.
Ahí es donde se ve que lejos de interesarse por el interés superior del menor, así lo digan las demandas por todos lados, lo que mueve el lobby a favor de la adopción de niños por parejas homosexuales, es, según hemos venido denunciando, convertir a los niños en un objeto de consumo más, subordinado al “proyecto de vida” de los homosexuales.
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