NUEVA YORK, 16 de septiembre (C-Fam ). Tres poderosas agencias de la ONU están patrocinando el lanzamiento de la próxima semana de un documento que exhorta a la Iglesia Católica a modificar su doctrina en cuanto a métodos anticonceptivos, pero también menciona que la doctrina en cuanto a homosexualidad, masturbación y fertilización in vitro debería ser cambiada.
El documento fue preparado por el exsacerdote opositor John Wijngaards, quien tiene sede en el Reino Unido, y, hasta ahora, ha sido firmado por más de 100 académicos opositores y un pequeño número de no-católicos.
El documento será lanzado como preparación al 50° aniversario de la encíclica papal Humanae Vitae en 2018, documento que reestableció antiguas creencias de la Iglesia de que los métodos anticonceptivos son moralmente malos y que jamás debieran ser permitidos para católicos en vida matrimonial.
Las declaraciones de Wijngaard buscan atacar la infalibilidad de la doctrina católica en cuanto a anticonceptivos. Sus dichos argumentan que Humanae Vitae no puede ser considerada como infalible puesto que no es una verdad “revelada” ni explica o defiende la verdad de la “revelación cristiana”.
Académicos de distintas universidades alrededor del mundo argumentan que el acto marital no debe estar abierto necesariamente a la transmisión de la vida, ya que el acto marital tiene muchos otros propósitos, tales como “placer, amor, consuelo, celebración y compañerismo”.
El documento exhorta a un proceso democrático en la Iglesia mediante el cual los “expertos” puedan examinar varios temas y determinar cuál debe ser la nueva doctrina católica. Estos expertos incluirían no solo a católicos. Los firmantes esperan que este cónclave de expertos también pueda modificar las creencias de la Iglesia en cuanto a masturbación, relaciones homosexuales y fertilización in vitro.
El ángulo de la ONU en este documento es bastante fuerte. Menciona los -ahora difuntos- Objetivos de Desarrollo del Milenio. Más aún, el lanzamiento del documento está siendo patrocinado por el Fondo de Población de la ONU, ONU Mujeres y ONU SIDA, poderosas agencias cuyos presupuestos juntos suman más de mil millones de dólares al año.
Los defensores de la planificación familiar estilo ONU, incluyendo en algunos casos el establecimiento de programas coercitivos de control poblacional, han visto durante un largo tiempo a la Iglesia Católica como su principal opositor. Ellos creen que la Iglesia se interpone en el camino hacia una aceptación universal de los “métodos anticonceptivos modernos”.
De acuerdo con las Naciones Unidas, el mundo de hecho está inundado de anticonceptivos. Solo hay algunos cuantos rincones del planeta en donde los anticonceptivos no son usados de forma generalizada. Los defensores de la ONU afirman que las mujeres sufren lo que ellos llaman una “necesidad no satisfecha” de anticonceptivos modernos. Como Rebecca Oas de C-Fam ha reportado en repetidas ocasiones, “necesidad no satisfecha” es un término más político que médico y que incluye a mujeres que tiene objeciones morales y religiosas contra el uso de anticonceptivos e, incluso, a mujeres que no desean usarlos porque desean tener hijos.
Es revelador que el documento no hace referencia a la doctrina católica sobre anticonceptivos, que data desde la antigua Iglesia, sino que más bien se refiere a la “postura” católica en cuanto a anticonceptivos, como si se tratara de una receta de políticas.
El hombre creador del documento, John Wijngaards, ha diferido con la doctrina católica durante casi toda su carrera. Dejó el sacerdocio por estar en desacuerdo con la doctrina católica sobre la ordenación de las mujeres.
El documento será lanzado el 20 de septiembre en el Auditorio del Ejército de la Salvación en Nueva York.
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