La Plenaria del Senado realizó hoy el debate sobre el Proyecto de Ley 47 de 2012 Senado que pretende redefinir el matrimonio para ajustarlo a las parejas del mismo sexo, lamentablemente, debido a que la sesión se extendió por horas y el quórum se terminó desarmando, la votación del proyecto quedó para mañana.
Durante el día, la noticia fue la movilización masiva de los Colombianos en las principales ciudades del país ratificando que el matrimonio es entre un hombre y una mujer. En la plaza de Bolívar la gente a favor del matrimonio doblaba en número a los que apoyaban el proyecto como lo tuvieron que admitir medios liberales como El Tiempo o La Silla Vacía. Los manifestantes permanecieron en la Plaza a pesar de la lluvia y de que la Plenaria se alargó hasta las 10:00 PM.
La Plenaria comenzó tarde, como es habitual. Antes de iniciar la discusión del proyecto se dejó el espacio para proposiciones y constancias y la senadora Gilam Jiménez aprovechó para dejar una constancia de rechazo a las agresiones que los congresistas han sufrido por su postura frente al tema: “Me llama mucho la atención que aquellas personas que son tan amplias en materia de pluralismo y de construcción de igualdad son las personas más agresivas en el momento de defender sus posiciones y de agredir a quienes no piensan como ellos”, dijo.
Al entrar en el proyecto, éste se retomó desde el punto en que había sido aplazado la sesión anterior, por lo que correspondía el turno de las bancadas para manifestar su postura frente al proyecto. En primer lugar correspondió al Partido Verde, por lo que se le concedió la palabra al senador John Sudarsky, aunque después la senadora Gilma Jiménez y el senador Iván Name intervinieron para dejar claro que el Partido Verde no tenía una postura oficial y el senador Sudarsky hablaba a nombre propio.
John Sudarsky empezó refiriéndose al concepto de ‘Igualdad ante la Ley’. dijo que los opositores a este proyecto se basan en un prejuicio camuflado en ciencia, un prejuicio producto del temor de que la sociedad se vea sacudida. Según él, la familia nuclear “Ni siquiera sería conveniente” pues genera lealtades internas. También dijo que “El otro gran mito es el del matrimonio”, y habló de un reportaje de la revista The Economist donde Colombia es el país del mundo donde la gente menos se casa. Concluyó diciendo que “Debe aprobarse el matrimonio igualitario como un gesto de tolerancia y progresión” y que no se debían crear mecanismos artificiales o específicos para discriminar a la población homosexual.
La siguiente intervención fue del senador Luis Carlos Avellaneda, a nombre del Movimiento Progresistas. Comenzó refiriéndose a una intervención de Martha Lucía Cuellar en el debate pasado. Dijo que “diversidad y pluralismo son ángulos de enfoque propio de la Constitución del 91”. Según él, la Corte ya dijo que las parejas homosexuales son familia y que esas familias sufren un déficit de protección en el ordenamiento jurídico actual. Afirmó también que en el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, el matrimonio es un derecho fundamental que acoge también a las parejas homosexuales. Citó a Rodrigo Uprimny para decir que es imposible crear una figura diferente del matrimonio para las parejas homosexuales pues crearía discriminación.
El senador Carlos Baena del Movimiento MIRA, dijo que “seguramente ha habido discriminación hacia las personas LGBTI, pero también hay una cuestión de principios cristianos que también han sido objeto de discriminación”. Hizo mención de que el Estado Laico no puede implicar la exclusión de las posturas basadas en principios religiosos, “Yo no puedo desprenderme de mis principios”. Anunció el voto negativo del movimiento MIRA, en tanto que el proyecto se refiera a “matrimonio” entre parejas del mismo sexo. Aprovechó para pedir apoyo a su proyecto que busca igualar los derechos herenciales y patrimoniales para las parejas en unión libre diciendo “podríamos incluir en este a las parejas del mismo sexo”.
Luego de él, la senadora Alexandra Moreno Piraquive, también del Movimiento MIRA, dijo que “quiero ser la vocera de niños, niñas y adolescentes”, criticando que bajo la presión de rondas internacionales se tome decisiones que afectan negativamente a los menores de edad, refiriéndose a la adopción por parejas del mismo sexo. Señaló también que “Colombia ha ratificado tratados internacionales que le obligan a poner los intereses del menor por encima de todo”.
El senador Mauricio Ospina, vocero del Polo Democrático cedió la palabra a su compañera de partido, la representante Alba Luz Pinilla. Ella inició hablando de las normas de matrimonio civil, comparándola con la aprobación del “matrimonio” entre personas del mismo sexo. Calificó de “mentira” que el matrimonio entre un hombre y una mujer tenga especial protección por la Declaración de los Derechos Humanos. Dijo también que era falso que se fuera a acabar la familia, “sólo el 34% de las familias colombianas están conformadas por padre, madre e hijos”. Dijo también que fuera mentira que de aprobarse el proyecto se legalizaría la adopción por parejas homosexuales.
Luis Fernando Velasco, a nombre del Partido Liberal, partió por negar también que en el debate se aprobase la adopción por parejas homosexuales. Enfocó su intervención en el papel del Estado y del “Estado Laico”. pues según él, el Estado no puede restringir los derechos a una serie de conductas. “Lo peor que puede pasarle a una sociedad es convertir un dogma en norma positiva”. Dijo que no aprobar el “matrimonio” entre personas del mismo sexo, se estaría violando la Declaración de los Derechos Humanos.
El siguiente fue el senador Antonio Guerra como vocero de la bancada de Cambio Radical. Éste empezó por anunciar que el partido optó por dejar libertad a sus integrantes para votar el proyecto. Sin embargo, aprovecho para anunciar personalmente su voto negativo al proyecto, en tanto que entiende el matrimonio como la unión natural entre un hombre y una mujer. Dijo de paso no sentirse afectado por las afirmaciones de Martha Lucía Cuellar en la sesión previa.
Luego de los voceros, hablaron los senadores de forma individual. El primero fue el senador Roberto Gerlein que inició anunciando su voto negativo a la iniciativa por considerarla “atentatoria” de la institución familiar. Dijo que “para mí el sexo escatológico es inane, porque es practicado con fines meramente recreativos pero además está cerrado a la belleza que nace del amor”. Rechazó además que en la sesión previa se afirmara que el “matrimonio gay se va aprobar con el Congreso o sin el Congreso”, lo que calificó de “violencia del Lobby gay” e “irrespeto de las instituciones”. Acusó además de “mala profecía” aquello de que el “matrimonio” entre personas del mismo sexo fuera a ser aprobado de todas formas. Se refirió también a la pasada “besatón” realizada por activistas homosexuales en el patio Nuñez, a la que llamó un “irrespeto a la memoria histórica”. Dijo no entender que una secretaria privada de la Presidencia dijera que “a Gerlein había que quitarle su curul de Congresista”. Mencionó también el concepto del Estado Laico para decir que, “No me pueden pedir que me quite la piel de católico para venir aquí” y se refirió a la Biblia como “La luz de la civilización occidental”, para citar algunos pasajes de la Biblia. Ante una moción del senador Sudarsky, que exigió cortarle el tiempo, la Plenaria le concedió al senador Gerlein el tiempo suficiente para terminar. El senador afirmó que la gran víctima de este proyecto iba a ser la mujer colombiana, pues vería una disminución de su santidad y su protección como gestadora de la vida humana.
A continuación fue el turno del senador Honorio Galvis del Partido Liberal, quien afirmó que en ningún momento, la Corte Constitucional hubiera obligado al Congreso a legislar antes del 20 de Junio, sino que se trata de una exhortación, y que tampoco dijo que hubiera que legislar el “matrimonio” sino que habló de “vínculo contractual” y más bien por el contrario, la Corte reconoce que en la Constitución el matrimonio está previsto para parejas heterosexuales, por lo que para aprobar una Ley Estatutaria al respecto, primero habría que aprobar un Acto Legislativo para reformar el artículo 42. Luego pasó a referirse detalladamente a los artículos del proyecto y a los problemas jurídicos y de redacción que tendría. Al cumplirse el tiempo, se le cortó la palabra con lo que generó polémica entre los Congresistas.
Habló a continuación el senador José Darío Salazar, del Partido Conservador, quien dijo que todo este desorden había sido causado por unos miembros de la Corte Constitucional a quienes se les había ocurrido decir que la redacción del artículo 42, donde se protege a la familia y el matrimonio conformado por un hombre y una mujer, había sido una enunciación anecdótica. Dijo que la protección de la familia se funda en el fin esencial de la familia que es la procreación, como interés prioritario del Estado, mientras que por el contrario la protección que buscan las parejas homosexuales es de interés puramente particular.
La mesa directiva concedió otros tres minutos al senador Honorio Galvis, el cual señaló que el proyecto habla del matrimonio “entre dos personas” abriendo la puerta a una unión entre una persona natural y una jurídica, derogando de paso las normas que prohíben el matrimonio entre padreo o madre adoptante e hijo adoptivo, o entre tío y sobrino que podrían casarse por causa de la sustitución pensional, y derogando también las normas que se soportan en la procreación como fin del matrimonio. Ante el revuelo generado y los interrogantes sobre la extensión del debate, el senador Guillermo García dijo que las intervenciones se agotarían hoy y la votación quedaría para mañana.
Contra el proyecto habló también el senador Fernando Tamayo quien protestó que un asesor del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, hubiera venido al recinto a defender el proyecto. “Qué mala imagen le hacen al presidente de los Estados Unidos”. La senadora Claudia Wilches tomó la palabra para pedir que el proyecto fuera votado hoy mismo. El Senador Eduardo Enríquez Maya declinó su intervención, negativa al proyecto, para dejarla como constancia y aligerar el debate.
La senadora Gloria Inés Ramírez del Polo Democrático dijo que “hay que diferenciar entre derechos y creencias”, y comparó la discriminación sufrida por las mujeres con la redefinición del matrimonio. Dijo también que “sería terrible que el sexo fuera sólo para procrear”, y anunció su voto positivo al proyecto. También en ese sentido se manifestó el senador Parmenio Cuéllar, quien en comparó la polémica con una ley de 1924 que obligaba a los católicos a apostatar si querían casarse por lo civil.
Posteriormente, intervino el senador Benedetti, quien acusó que “los mismos argumentos utilizados para oponerse a este proyecto, son los argumentos utilizados para oponerse a la inclusión de la mujer en la sociedad”. Dijo también “a mí que me importa lo que otra pareja haga en la cama” y que la Corte Constitucional había sido “cobarde”. Afirmó que “a partir del 20 de junio habrá matrimonio igualitario, gústele a quien no le guste”, por el “caos, el desorden la confusión que nosotros hemos conseguido hacer”. Luego de él, el senador Luis Emilio Sierra que empezó por calificar de deplorables las intervenciones de la sociedad civil “rayanas con el fanatismo”, y por afirmar que “lamentablemente estamos aquí por una sentencia de la Corte que nadie sabe muy bien qué fue lo que dijo, y cada quien interpreta a su antojo”, para señalar que “la consecuencia inmediata del matrimonio será la adopción” y anunció su voto negativo al proyecto.
El senador José Darío Salazar pidió una moción de réplica a las afirmaciones del senador Parmenio Cuellar y el senador Armando Benedetti, diciendo que la interpretación del artículo 42 no abriga más que el matrimonio entre hombre y mujer y así lo reconoció la Corte Constitucional. El senador Edgar Espíndola, acusó el proyecto de inconstitucional y dijo que votará en contra por cuanto el proyecto pretende cambiar la ley natural, lo que sería como legislar para cambiar la ley de la gravedad. Juan Manuel Galán, a su vez, apoyó el proyecto, aduciendo unos “mitos y falsos dilemas” respecto de las personas homosexuales. Carlos Enrique Soto, rechazó el proyecto considerando inaceptable que se diga que quienes no votan a favor no hace parte de una sociedad decente. El Senador Mauricio Lizcano ratíficó que la Corte Constitucional se extralimitó en la sentencia C-577, y afirmó que “este debate no es sobre derechos, sino sobre la definición de matrimonio” y anunció su voto negativo al proyecto.
La senadora Claudia Wilches tomó la palabra y dijo que no había quórum, no había debate, y también pidió unos parámetros básicos de respeto en la discusión, por cuanto ha sido objeto de insulto agresiones y amenazas. Juan Lozano le expresó su solidaridad y pasó a decir que atestigua, en primera persona, fue expresa la decisión del Constituyente del 91 en definir el matrimonio como un hombre y una mujer, y que por lo tanto, sólo a través de una reforma constitucional se puede cambiar la definición del matrimonio. El senador Camilo Sánchez manifestó su apoyo al proyecto diciendo de paso que no será candidato al senado para el próximo periodo. Los senadores Jorge Hernando Pedraza y Olga Lucía Suárez se manifestaron en contra.
Para finalizar, hablaron los representantes Ángela María Robledo y Carlos Hernández Mogollón, la primera a favor y el segundo en contra de la iniciativa. La senadora Claudia Wilches tomó la palabra para comentar el caso de dos lesbianas que adoptaron un niño y le hicieron recibir hormonas para volverlo niña. Por último, el senador Armando Benedetti hizo un recuento de argumentos expresados en las dos sesiones y repitió los suyos. Las sesión se levantó a las 10:00 PM y se citó para mañana miércoles a las 2:00 PM.
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