La Relazione Finale socava la enseñanza de la Iglesia sobre los derechos y deberes de los padres como los primeros educadores de sus hijos.
257 padres sinodales votaron el sábado para aprobar un párrafo en la Relazione Finale del Sínodo Ordinario de la Familia, el cual puede ser usado para oponerse al derecho de los padres a elegir ser los únicos educadores de sus hijos en materia de sexualidad.
La declaración, en el párrafo 58 del documento, reza:
“La familia, sin dejar de ser el espacio pedagógico primario (cf. Gravissimum Educationis, 3), no puede ser el único lugar para la enseñanza de la sexualidad.”
Esto socava la enseñanza de la Iglesia Católica, la cual dice, que la familia puede ser el único lugar para la enseñanza de la sexualidad, si es lo que los padres escogen para sus hijos.
En la Familiaris Consortio el Papa Juan Pablo II enseñó:
“La educación sexual, derecho y deber fundamental de los padres, debe realizarse siempre bajo su dirección solícita, tanto en casa como en los centros educativos elegidos y controlados por ellos. En este sentido la Iglesia reafirma la ley de la subsidiaridad, que la escuela tiene que observar cuando coopera en la educación sexual, situándose en el espíritu mismo que anima a los padres.” (No. 37)
En otras palabras, los padres pueden escoger educar a sus hijos en materia de sexualidad enteramente en cada, o ellos pueden involucrar los establecimientos educativos si ellos así lo escogen. Sería absolutamente errado afirmar que la familia “no puede ser el único lugar para la enseñanza de la sexualidad” a los niños.
El párrafo 58, en ausencia de una explicación completa de los derechos y deberes de los padres como primeros educadores de sus hijos, hace un gran regalo a aquellos que están trabajando para evitar que los padres puedan ejercer su debido rol de acuerdo con la Ley Natural y la Doctrina de la Iglesia.
La Relazione Finale refleja la agenda de las instituciones internacionales
Hay una determinación inequívoca de parte de los principales funcionarios de la ONU, y entre muchos de los políticos más poderosos del mundo, de evitar que los padres puedan ejercer su derecho inalienable a controlar la educación y formación de sus hijos.
Pocos meses después de que Barack Obama se convirtiera en el presidente de los Estados Unidos se confirmó que su administración promovería el aborto en el mundo, enfocándose en las adolescentes, y sin ninguna referencia a sus padres, en un giro global hacia el aborto.
A pesar de que el Artículo 26.3 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos dice “Los padres tendrán derecho preferente a escoger el tipo de educación que habrá de darse a sus hijos”, poderosas organizaciones como el Comité de la ONU para el Cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño están presionando a las naciones en desarrollo, especialmente a las naciones africanas, a dar acceso a niños desde los 12 años, a anticonceptivos y al aborto. Lo hacen recurriendo al falso argumento de que el derecho del niño a la salud exige a los Estados legalizar el acceso a la anticoncepción y el aborto para niños desde los 12, y sin el conocimiento de sus padres.
Además, UNESCO y la Organización Mundial de la Salud, junto con poderosas naciones de occidente y ONG’s están promoviendo programas de educación pornográficos y anti-vida, que apuntan a eliminar el rol de los padres como los primeros educadores y protectores de sus hijos.
La libertad de los padres a cumplir su rol como los primeros educadores de sus hijos en materia sexual está bajo amenaza severa en todo el mundo, debido a la educación sexual que impuesta por las agencias de la ONU, la IPPF y otros grupos. En 2011 en la Comisión sobre el Estatus de la Mujer, en la sede de la ONU en Nueva York, la International Planned Parenthood Federation, el Population Council y otras organizaciones pro-aborto hicieron una reunión para lanzar a nivel global un programa masivo de la así llamada educación sexual integral titulado: “It’s All One Curriculum“. (Es todo en un currículum)
La Relazione Finale refleja las actuales prácticas de muchos obispos que ya están socavando los derechos parentales
El pésimo historial de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales provee un ejemplo particularmente perturbador de la manera en la que los derechos de los padres y los niños están siendo atacados desde adentro de la Iglesia.
En Inglaterra y Gales los jóvenes pueden tener acceso a la anticoncepción y el aborto en los colegios católicos sin el consentimiento de sus padres, pero con la cooperación de la Conferencia Episcopal de Inglaterra y Gales. Además. los profesores de las escuelas primarias en el Reino Unido están siendo entrenados por “Stonewall”, un grupo militante de “derechos” homosexuales el cual tiene una política de que a los niños debe enseñárseles de que ellos pueden crecer para “casarse” con una persona de cualquier sexo. El entrenamiento de Stonewall para profesores también está ocurriendo en las escuelas primarias católicas con la cooperación de las autoridades eclesiales locales.
El Cardenal Vincent Nichols, el arzobispo de Westminster, que jugó un papel crucial durante el sínodo ordinario a colaborado con las autoridades británicas por años para implementar nocivos programas de educación sexual en las escuelas católicas.Durante el periodo en que Nichols fue arzobispo de Birmingham, el Departamento Diocesano de Educación Religiosa, recibió fondos de la, pro-aborto y pro-anticoncepción, Unidad de Embarazo Adolescente para la creación de un programa de educación sexual explícita para niños de primaria. El programa llamado “All that I Am” (Todo lo que yo soy) está dirigido a niños por debajo de los 11 e incluye imágenes generadas por computador de hombres y mujeres desnudos.
El arzobispo Nichols también dio su apoyo a normas que incluían una cláusula que habría hecho obligatoria la educación sobre sexo y relaciones desde los 5 a los 16 años, con recursos gubernamentales para los niños de primaria incluyen imágenes explícitas de órganos sexuales masculinos y femeninos, lecciones sobre menstruación e clases mixtas, y detalles gráficos sobre las relaciones sexuales. El proyecto habría conducido a presiones en los colegios para vincular la educación sobre sexo y relaciones con los servicios de anticoncepción y aborto. Afortunadamente luego de una campaña lanzada por la Society for the Protection of Unborn Children y otras organizaciones provida y pro-familia, la cláusula mencionada fue eliminada de la legislación.
El episodio fue, sin embargo, uno de los muchos episodios trágicos en que los obispos no sólo abandonaron su rebaños a los lobos, sino que de hecho se alinearon con los lobos.
Los laicos católicos deben exigir que los derechos de los padres de familia y los derechos de los niños, sean mantenidos y defendidos por los obispos. Los 257 obispos que votaron para socavar los derechos de los padres sobre la educación de los niños en sexualidad deben rendir cuentas por ello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario