En su medida cautelar 178/15, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos le puso un plazo de 72 horas al estado Paraguayo para que permitieran el aborto de una bebé que había sido concebida por violación y que ya estaba en el tercer trimestre de gestación.
El gobierno de Paraguay respondió que ya le estaban dando un cuidado medico riguroso a la niña y a su bebé, y que aunque un embarazo a tan temprana edad nunca era ideal, el aborto no era ni necesario ni legal en Paraguay.
Pero de poco sirvieron las explicaciones del gobierno a los activistas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y sus aliados en las ONG's abortistas. La comisión decidió embarrarle la reputación al Paraguay frente a la comunidad internacional simplemente por defender sus leyes y constitución provida frente a las demandas de los grupos radicales.
Como se comprobó a través de documentos firmados por la madre de la niña, la niña Mainumby y su familia se sentían manipulados en contra de su voluntad (por Amnistía Internacional y otras ONG's radicales) para promover una campaña ideológica radical que no buscaba otra cosa que legalizar el aborto.
Gracias a Dios, el gobierno de Paraguay, rechazó la fraudulenta medida cautelar, y se mantuvo firme en la defensa del derecho a la vida. Fue una decisión valiente que decidió una cuestión de vida o muerte, y gracias a ello la joven mamá y su bebé están sanas y salvas.
Pero no debemos dejar que la OEA se olvide que ellos, por medio de la petición de Amnistía Internacional, CLADEM, y Equality NOW a la CIDH, intentaron que esa bebe nunca pudiera nacer. Bajo pretextos falsos, intentaron borrar la vida de esta bebe que nació totalmente sana con tres kilos de peso. Intentaron que la joven mamá fuera cómplice en darle muerte a su propia hija, poniéndola en riesgo físico y psicológico, y dejándola marcada para el resto de sus días.
Y todo esto, por que? Por justificar una agenda radical? Por hacerle favores a las ONG's que rodean a la CIDH? Por castigar a países que tienen otra perspectiva sobre el derecho a la vida?
Ya basta de activismo perverso por parte de la OEA y la CIDH. El derecho a la vida esta protegido claramente por la Convención Americana de Derechos Humanos (Art. 4). Que los comisionados se dejen de activismo pseudo-judicial y que protejan los verdaderos derechos que todos los días están siendo vulnerados por los problemas endémicos de Latinoamérica como son la corrupción, la falta de seguridad, la falta de democracia, y la ineficiencia de las burocracias.
Va siendo hora de que en vez de recriminarle a los países que velan por defender el derecho a la vida, que la Comisión de Derechos Humanos pida disculpas por abusar del sistema interamericano. Que pida perdón por la vergonzosa medida cautelar que emitió en este caso y que la OEA le retire la acreditación a los grupos que precipitaron esta campaña fraudulenta abortista.
Como ciudadanos de países miembros de la OEA, lo exigimos.
Exigimos que la OEA retire la acreditación como grupo de la sociedad civil a Amnistía Internacional y CLADEM por manipulación de personas en situación de vulnerabilidad.
Estos dos grupos fingieron representar a la familia de la niña Mainumby, en contra de la petición expresa (documentada) de las partes afectadas, las cuales no querían formar parte del proceso de la CIDH. Estos dos grupos también acusaron al gobierno de Paraguay de poner en riesgo la vida de la niña Mainumby por negarle el aborto, cuando sabían que el aborto en si hubiera puesto en peor riesgo la vida de la niña.Resumiendo, CLADEM y Amnistía Internacional violentaron los derechos de la familia de la niña Mainumby al coaccionar a la familia a formar parte de una petición de medida cautelar fraudulenta motivada meramente por motivos de índole político.
Este tipo de atropello no se puede permitir, y debe ser castigado. Amnistía Internacional y CLADEM deben ser expulsadas de la OEA.
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