En un artículo del diácono Nick Donnelly para el canal católico EWTN UK, se recogen declaraciones recientes de obispos y teólogos progresistas, en las que detallan cuáles serán sus intenciones para la Iglesia en 2017. Las declaraciones expresan optimismo frente a lo que pueden conseguir en el pontificado del Papa Francisco, luego de “Haber conseguido su objetivo en 2016, de abrir la comunión para aquellos cometiendo adulterio a través de segundas”nupcias” inválidas”, segun el diácono. Estos serías sus principales cuatro objetivos para 2017.
1. Permitir a los protestantes recibir la Santa Comunión.
Si alguien está envalentonado por la reforma planteada, o al menos insinuada, en la Amoris Laetitia, ese es el Cardenal Walter Kasper, proponente incial de permitir comulgar a los adúlteros públicos. En una entrevista al periódico Avvenire de la Conferencia Episcopal Italiana, el Card. Kasper ha expresado la esperanza de que la próxima medida del Papa Francisco será permitir a los protestantes recibir la Santa Comunión “en situaciones especiales”:
Espero que la próxima declaración abra el camino para la comunión eucarística compartida en casos especiales. Personalmente, espero que podamos usar un texto no oficial, preparado por una comisión de la Conferencia Episcopal de Estados Unidos, sobre este tema.
El Código de Derecho Canónico, en su Canon 844, establece que “Los ministros católicos administran los sacramentos lícitamente sólo a los fieles católicos”, aunque permite que fieles cristianos no católicos puedan recibir los sacramentos “Si hay peligro de muerte o, a juicio del Obispo diocesano o de la Conferencia Episcopal, urge otra necesidad grave”, “cuando éstos no puedan acudir a un ministro de su propia comunidad, y lo pidan espontáneamente, con tal de que profesen la fé católica respecto a esos sacramentos y estén bien dispuestos”. En el caso de los protestantes, que niegan el dogma de la transubstanciación de las especies de Pan y Vino en Cuerpo y Sangre de Cristo, esta condición ciertamente no se cumple.
No obstante, en el documento firmado por el Papa Francisco con los Luteranos en Lund, Suecia, se propone la “interccomunión” entre católicos y protestantes, afimando que “muchos miembros de nuestras comunidades anhelan recibir la Eucaristía en una mesa, como expresión concreta de la unidad plena” y que “Este es el propósito de nuestros esfuerzos ecuménicos”. Así mismo, en 2015, en una visita a la iglesia Luterana de Roma, fue preguntado por una mujer si podía comulgar junto a su marido católico, a los cual el Papa Francisco respondió que “Hay preguntas a las que sólo si uno es sincero consigo mismo y con las pocas luces teológicas que tengo, se debe responder lo mismo, vedlo vosotros.”
2. Permitir a los sacerdotes casados, reducidos al estado laical, retornar al ministerio sacerdotal.
Leonardo Boff, el ex fraile franciscano casado, uno de los principales exponentes de la Teología de la Liberación, y cuyos textos fueron un insumo importante de la Encíclica del Papa Francísco Laudato Si, dijo en una intrevista al diario alemán Kölner Stadt-Anzeiger, que espera que el Papa acoja la propuesta de los obispos brasileros de permitir a los sacerdotes casados, reducidos al estado laical, retomar su ministerio sacerdotal (él, Boff, afirmó que su obispo le permite celebrar misa y administrar sacramentos, en contravía de su situación canónica):
Los obispos brasileros, especialmente el Cardenal Claudio Hummes, amigo cercano del Papa, han pedido expresamente al Papa Francisco permitir a los sacerdotes casados en Brasil retornar a su ministerio pastoral. Yo he escuchado recientemente que el Papa quiere satisfacer esta solicitud, como una fase experimental, preliminar, de momento confinada en Brasil.
Según Edward Pentin, corresponsal vaticano del National Catholic Register, el Papa Francisco quería que el sínodo de 2018 tratara sobre el celibato sacerdotal y alguna opción para permitir sacerdotes casados. Sin embargo, de acuerdo con Pentin, “la propuesta fue rechazada por la mayoría de los miembros del XIV Consejo Ordinario del Sínodo de los Obispos.” Ya se ha hecho público que el sínodo de 2018 tratará el problema de la “falta de vocaciones”, lo cual ciertamente permite que los progresistas ventilen las propuestas de relajar el celibato como condición de acceso al sacerdocio.
3. La ordenación de mujeres “diaconisas”.
En 2005, la Comisión Teológica Internacional publicó un estudio en el que se concluyó que la figura de las “diaconisas” que aparece mencionada en la Iglesia Primitiva, no guarda relación con el sacramento del Orden Sacerdotal, ni equivalencia con la orden de los diáconos. Sin embargo, a pesar de que el asunto parecía así zanjado, en 2016 el Papa Francisco anunció la creación de una comisión para estudiar la ordenación de mujeres en el diaconado.
En agosto del año pasado se hizo el nombramiento oficial de los miembros de la comisión, entre los cuales figura Phyllis Zagano, una reconocida activista de la ordenación sacerdotal de mujeres. De acuerdo con LifeSiteNews "Ella ha sido ponente en numerosos eventos realizados por organizaciones que promueven la admisión de mujeres al sacerdocio."
4. Nuevas medidas contra el Cardenal Burke.
El lobby progresista dentro de la Iglesia Católica espera que el próximo año el Papa Francisco tome medidas en contra del Cardenal Raymond Burke, quien se ha convertido en el rostro público de la defensa de la Fe y la Doctrina de la Iglesia, y por ello es detestado por los progresistas. Christopher Lamb, del periódico liberal-católico The Tablet, escribió el pasado 23 de diciembre:
Francisco nombró al Cardenal Burke patrono de la Orden de Malta en 2014 para sacarlo de la Signatura Apostólica (máximo tribunal vaticano) desde donde podría bloquear las reformas que el Papa planeaba a los procesos de nulidad. Pero con la publicación de las dubia, el Cardenal continúa siendo un dolor de cabeza para Francisco. Y si Burke es hallado que ha excedido sus competencias como Patrono de la Orden de Malta, entonces Francisco no tendrá otra opción que removerlo de nuevo.
El Cardenal Burke ha atraído numerosos ataques luego de que junto a otros tres cardenales publicaron la solicitud que habían hecho de forma privada al Papa Francisco, de definir cinco aspectos controversiales contenidos en la exhortación apostólica Amoris Laetitia. Incluso, el decano de la Rota Romana, Mons. Pío Vito Pinto ha dicho que el Papa podría expulsarlos del cardenalato “Lo que han hecho es un escándalo muy grave que incluso podría llevar al Santo Padre a retirarles el capelo cardenalicio como ya ha pasado en algún otro momento de la Iglesia”.
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