Padres de familia y rectores de los colegios están ofuscados y alarmados luego de recibir una encuesta del Ministerio de Educación Nacional sobre sus manuales de convivencia. En la encuesta, además de los logos del Ministerio de Educación Nacional y del gobierno Santos “Todos por un nuevo país”, se observan los logos de la UNICEF, el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), organismo creado con el propósito de regular y reducir la población mundial, y la organización bandera del lobby gay en Colombia, “Colombia Diversa”.
La encuesta respondería a la orden de la Corte Constitucional en la sentencia T-478 de 2015, en que usando el caso de Sergio Urrego como excusa, ordenó la modificación de todos los manuales de convivencia escolar para que “los mismos sean respetuosos de la orientación sexual y la identidad de género de los estudiantes y para que incorporen nuevas formas y alternativas para incentivar y fortalecer la convivencia escolar y el ejercicio de los derechos humanos, sexuales y reproductivos de los estudiantes”. Valga mencionar que la sentencia fue demandada de nulidad por parte de los rectores de colegios y padres de familia, denunciando que estaban siendo afectados por un fallo de tutela sin ser parte en el proceso, demanda que fue inadmitida por la magistrada Gloria Stella Ortiz alegando, sin ninguna vergüenza, que al no haber sido parte en el proceso no podían demandarlo de nulidad.
En el documento enviado a los colegios, se evidencia un abordaje abiertamente neo-marxista de las relaciones familiares y la diferencia sexual. Según el texto, “Las relaciones de género han sido consideradas como sinónimo de desigualdad, jerarquía y poder desde las cuales se justifica la opresión que explota y disminuye capacidades; limitando su participación e impidiendo el ejercicio de sus derechos de manera justa.” Más adelante, las desviaciones sexuales son descritas como “identidades de género y orientaciones sexuales no hegemónicas” y “orientación sexual o identidad de género no normativa”.
En la encuesta se destina todo un bloque de preguntas al tema de “orientación sexual e identidad de género” (subrayas nuestras):
11. ¿Su manual de Convivencia establece tratos diferenciales o roles distintos entre niños y niñas? (roles y estereotipos de género)
12. ¿Hay expresiones que descalifican o condenan la orientación sexual, identidad de género, etnia, credo, discapacidad?
13. ¿En el manual de convivencia considera como falta disciplinaria las identidades de género y orientaciones sexuales no hegemónicas (LGBTI)?
14. ¿Contienen normas específicas y procedimentales para proteger de actos discriminatorios a personas con discapacidad; afrocolombianas, indígenas e integrantes de alguna etnia; que exploran, expresan o se reconocen con una orientación sexual o identidad de género no normativa; mujeres y minorías religiosas?
15. ¿Restringe las demostraciones de afecto entre parejas heterosexuales o entre parejas del mismo sexo?
16. ¿Hace uso de un lenguaje incluyente, no sexista, reconoce las prácticas de convivencia interculturales?
17. ¿Permite que estudiantes usen el uniforme que les hace sentirse a gusto con su identidad de género?
18. ¿Establece restricciones para que estudiantes o docentes luzcan como deseen? Ejemplo: prohíbe el uso de maquillaje; cabello largo, tatuajes, piercing, accesorios para el cabello, etc.
Como puede verse, el cuestionario plantea desde ya cuál va a ser el enfoque ideológico con el que el Ministerio de Educación encabezado por Gina Parody plantea reformar los manuales de convivencia de todos los colegios del país, públicos y privados. No sólo se propone incapacitar a los colegios para exigir mínimos a los estudiantes en términos de presentación personal (tatuajes, piercings, uniformes en mal estado, todo será ya no sólo permitido sino protegido por el Estado), la misma naturaleza del uniforme, de distiguir entre los niños y las niñas se considera “opresiva” y ahora se promueve que los estudiantes porten el uniforme como se les antoje (niños con falda and niñas con pantalón). Más aún, cualquier trato que distinga entre niños y niñas, (Diferentes estándares y trato en la clase de educación física, por ejemplo) será considerado discriminatorio.
Lo mismo ocurre con las demostraciones de afecto entre estudiantes, que ya no podrán ser restringidas, sin que parezca haber límite en lo explícitas que puedan ser. Así mismo se insinúa que la ninguna expresión asociada con “identidades de género y orientaciones sexuales no hegemónicas” podrá ser restringida. En resumen, ningún colegio católico, así sea privado y confesional, podrá pretender que al interior de la institución se viva según los valores que se propuso promover.
En resumen, Gina Parody está dejando claro que para ella el Ministerio de Educación no es más que una comisaría de adoctrinamiento ideológico, y ahora la educación de los niños en Colombia está en manos de Colombia Diversa y los abortistas de la UNFPA.
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