El periódico liberal El Espectador, se ha sumado al coro de abortistas celebrando los diez años de la sentencia C-355 de 2006 y a la vez apurando a ver cuánto más pueden sacarle al sangriento negocio. En esta oportunidad ha hecho eco de un dato que le da la filial de Planned Parenthood en Colombia, Profamilia, según el cual los abortos clandestinos están en el orden de los 398.000 al año.
Hace apenas unos días, el mismo diario publicó el último video de “La Pulla” la versión Youtuber de los editoriales, en que compensan la vacuidad argumental a punta de exaltación y prepotencia, insistiendo en la tan cacareada idea de que en Colombia hay cerca de 400.000 abortos clandestinos al año. La cifra viene repitiéndose con insistencia desde 2011, cuando el Insitituto Guttmacher, think-tank de la Planned Parenthood, publicó el estudio “Embarazo no planeado y aborto inducido en Colombia”.
Pues bien, hasta la saciedad hemos recordado que el mencionado estudio, se limita a una encuesta a personal seleccionado pidiéndole estimaciones. No existe absolutamente ninguna cifra real, ningún dato objetivo que entre a dar 400.000 abortos al año. Se trata única y exclusivamente de la agregación de opiniones subjetivas, numeros imaginarios.
En 2012, un estudio del epidemiólogo chileno Elard Koch hizo una comparación de los números imaginarios presentados por Guttmacher para los países de hispanoamérica, (400.000 en Colombia, 1’000.000 en México, 160.000 en Chile) con datos demográficos sobre probablidad de concepción, y encontró que para todos los países, las cifras habían sido infladas más de 10 veces. La estimación que hizó en el caso de Colombia era que los abortos no podían ser mayores de 22.000 al año. Curiosamente, a finales de 2015 el Ministerio de Salud informó que desde 2009 en el sistema de salud se habían practicado 20.000 abortos.
En el caso de Uruguay, habían estimado una cifra de 150.000 abortos clandestinos al año. En 2012 se aprobó la legalización total de la práctica, y al año siguiente se registraron solamente 6.676 abortos. Esto fue vendido por el Ministerio de Salud del Uruguay como una “reducción por efecto de la legalización”. Sin embargo, año tras año, las cifras de aborto en Uruguay no paran de crecer.
La razón por la que vuelvan a insistir en estas cifras falsas es sencilla: Necesitan expandir su negocio y ya vieron en el proyecto de ley 209 de 2016 Cámara (ley Montealegre) una oportunidad. Según informaron, desde el 2006 Profamilia y Oriéntame, los dos pies de Planned Parenthood en el país, han atendido 52.000 abortos, más o menos el doble de los que ha habido en el sistema de salud. Tiene sentido, ya que para ellos no importa que los abortos sean ilegales, para ellos lo que importa es el dinero.
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