Mientras católicos y protestantes expresan su indignación ante la nueva campaña publicitaria de Bancolombia en que se afirma que “es el momento de las nuevas familias” mostrando a una pareja de dos hombres, Google lidera en Colombia la constitución de una red de empresas pro-LGBT que les ayude a avanzar la agenda homosexual en el país.
El pasado mércoles 19 de abril, en las instalaciones de Google Colombia se llevó a cabo el lanzamiento de “Pride Connection”, una iniciativa para “romper los paradigmas del país suramericano y demostrar que la diversidad da resultados de negocio", según la agencia EFE. La conforman Accenture, Booking, Citi, Dow, General Electric, IBM, J.P.Morgan, SAP, y Rappi. 8 empresas extranjeras y sólo una colombiana, confirmando que se trata de una avanzada neo-colonizadora con el propósito de impulsar la revolución cultural que busca sustituir la moral de los colombianos.
En su página web, se afirma que buscan “Crear una red de contactos y aliados que entiendan y apoyen la diversidad”, es decir que probablemente darán preferencia como clientes, proveedores o asociados, a empresas que se sumen a la causa homosexual, “Promover, desde el nivel directivo, la diversidad e inclusión laboral”, lo que prenuncia presiones en el entorno laboral para que los empleados renuncien a sus valores familiares, “Sumar esfuerzos y valores de cada organización hacia todos sus empleados, colaboradores, la comunidad LGBT+ y sus Aliados”, por lo que muy seguramente financiarán proyectos del lobby gay en el país, “Generar conciencia en las organizaciones y sus colaboradores sobre la importancia de la diversidad y la inclusión” lo que significa que habrá adoctrinamiento gay al interior de tales empresas.
¿Puede extenderse una campaña de Boicot a tales empresas? Varias de estas empresas ni siquiera ofrecen productos o servicios al público consumidor, sino que trabajan como proveedores o asociados de otras empresas, y exceptuando el caso de Rappi, el impacto del mercado colombiano para ellas puede ser mínimo en comparación con los beneficios que les concede la élite financiera global por servir de promotores de la causa homosexual. Además, ¿cómo tomar el caso de Google? Se trata de un verdadero monopolio que, aunque todos los católicos canceláramos nuestras cuentas de Gmail y Youtube, seguiríamos usando sin darnos cuenta, a través de toda clase de plataformas que utilizan los servicios de Google.
Se trata del cumplimiento evidente de lo profetizado en el Apocalipsis: "Y hace que todos, pequeños y grandes, ricos y pobres, libres y esclavos, se hagan una marca en la mano derecha o en la frente, y que nadie pueda comprar nada ni vender, sino el que lleve la marca con el nombre de la Bestia o con la cifra de su nombre." (Ap 13, 16-17) Llegará el momento, y no parece estar muy lejos, en que a quienes, por fidelidad a Cristo y a su Iglesia, rechacen la ideología homosexual, se les expulse del mercado global y se les impida cualquier tipo de negocio o intercambio por no llevar la marca arcoiris con ellos. Entonces, la Iglesia será como la mujer en el desierto, como Elías en el mone Horeb, alimentado y protegido directamente por la providencia de Dios.
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