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lunes, 31 de diciembre de 2012

Correcciones a unas afirmaciones realizadas por el diario El Tiempo

El día de ayer, el diario El Tiempo publicó un artículo acerca de esta página, sobre el cual es necesario realizar unas correcciones y aclaraciones muy concretas.

En primer lugar, en ninguna entrada de la página se ha ‘descalificado’ de forma personal a ningún político o congresista. La ‘Lista Negra’ se limita a recoger hechos concretos y objetivos, como son las votaciones y pronunciamientos de los congresistas y políticos respecto de los temas que la Doctrina de la Iglesia ha denominado como ‘no negociables’. Como se expresó al periodista de El Tiempo, Voto Católico no hace disertación teológica o evaluación propia de tales hechos sino que se limita a aplicar los principios que ya el Magisterio de la Iglesia, ha expresado con claridad:

Los católicos, en esta grave circunstancia, tienen el derecho y el deber de intervenir para recordar el sentido más profundo de la vida y la responsabilidad que todos tienen ante ella. Juan Pablo II, en línea con la enseñanza constante de la Iglesia, ha reiterado muchas veces que quienes se comprometen directamente en la acción legislativa tienen la «precisa obligación de oponerse» a toda ley que atente contra la vida humana. Para ellos, como para todo católico, vale la imposibilidad de participar en campañas de opinión a favor de semejantes leyes, y a ninguno de ellos les está permitido apoyarlas con el propio voto. (…) En tal contexto, hay que añadir que la conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la realización de un programa político o la aprobación de una ley particular que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral. Ya que las verdades de fe constituyen una unidad inseparable, no es lógico el aislamiento de uno solo de sus contenidos en detrimento de la totalidad de la doctrina católica. (NOTA DOCTRINAL sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política. Congregación para la Doctrina de la Fe, 2002)

En segundo lugar, en esta página nunca se han publicado datos personales de los congresistas. Los números de teléfono publicados en la entrada “ALERTA! Proyecto de 'Matrimonio' homosexual a Primer Debate” son los de las oficinas de los congresistas en las instalaciones del Congreso, que así como los correos electrónicos, son perfectamente públicos en las páginas www.senado.gov.co, www.camara.gov.co, o www.congresovisible.org.

Vistas las apreciaciones publicadas por el diario, y comparadas con otras menciones como las de El Espectador, pareciera ser que el disgusto o malestar se origina, no en que se publique la información acerca de los políticos que apoyan el aborto, lo que es absolutamente propio de la dinámica democrática, sino en que tal información se llame ‘La Lista Negra’. Hemos oído el consejo del senador Baena y decidimos cambiar el nombre de la lista, que de ahora en adelante se llamará ‘La Lista Gris’ y de ese modo se evita realizar evocaciones a preconceptos que puedan dar origen a malentendidos.

Sorprenden dos afirmaciones realizadas en el artículo: La primera es que se hable de tomar “medidas legales contra el blog”. No se nos ocurre cuál puede ser el cargo de tales medidas legales dado que toda la información aquí expuesta es pública y fácilmente verificable en las actas del Congreso. Preocuparía que las razones por las que se considerase demandable a Voto Católico, fuese que considerasen que los católicos no deben saber qué políticos apoyan el aborto, o que los católicos no deban saber que no es compatible con su fe que voten a políticos pro-aborto, lo que dejaría serias dudas sobre su concepto de democracia.

Lo segundo que sorprende, es que la Dra. Isabel Corpas de Posada diga que estas iniciativas “Son posiciones fundamentalistas”. En el estudio de las religiones el término ‘fundamentalismo’, se refiere concretamente a corrientes dentro de una religión que abogan por la interpretación literal de los textos sagrados. El término nació justamente en el contexto del Protestantismo estadounidense para denotar a los grupos evangélicos que interpretaban literalmente los versículos de la Biblia. Sólo posteriormente, cuando el término se comenzó a aplicar a corrientes del Islam que se basan en la interpretación literal de las aleyas del Corán, el término pasó a convertirse en denominación política y peyorativa. En la Iglesia Católica, donde la interpretación de la Biblia está reservada al Magisterio apostólico de los obispos, es improbable, por no decir imposible, que surjan corrientes fundamentalistas dentro de la Iglesia. Es frecuente que la categoría de ‘fundamentalista’ sea utilizada por los progresistas para descalificar a quienes se oponen a su agenda, pero desconcierta que este fuera el uso dado por una doctora en Teología e investigadora religiosa. Preocupa por tanto que hable de “la teología actual, de tipo progresista”, pues queda la duda acerca de la identidad de tal ‘teología progresista’ con la Sagrada Teología que es propia a la fe católica.