El diario El Espectador, del que ya hemos denunciado en ocasiones varias su militancia activa en la agenda progresista y su consecuente sesgo informativo, dedicó el lunes una nota a este portal, la cual transcribo a continuación:
Como en la Edad Media
El índice de los 'políticos prohibidos'
Por: Natalia Herrera Durán
La ‘lista negra’ del movimiento Voto Católico la encabezan los senadores Roy Barreras y Armando Benedetti.
Como en los tiempos del dictador romano Lucio Cornelio Sila, que en el año 98 antes de Cristo tenía una lista negra con los nombres de los indeseados por el régimen que tenían que morir, actualmente circula por internet una lista también negra de figuras públicas que deben morir, pero políticamente.
Se trata de la página web Voto Católico, que publica en un artículo los partidos, parlamentarios, y organizaciones que “han adherido a agendas políticas que van abiertamente en contra de la doctrina de la Iglesia y la moral cristiana y han hecho esfuerzos por la legalización del aborto o por la ideología de género”.
El registro de partidos lo encabeza el Polo Democrático, luego siguen el Partido Liberal, el Partido Verde y el Movimiento Progresistas, que lidera Gustavo Petro. La sentencia para los miembros de estos partidos es clara y dogmática: “un católico no debe votar por ningún candidato que se presente en estas filas”, dice el artículo.
A cada uno de ellos le dedica unas pocas líneas para justificar esta negativa y en resumen todos son culpables de estar a favor del aborto y del matrimonio entre parejas del mismo sexo. Del Polo, por ejemplo, dicen que “desde su conformación estableció en su ideario la legalización del aborto y la imposición de la ideología de género. “Han impulsado todo tipo de campañas en los colegios para promover el ‘sexo seguro’, el aborto y la homosexualidad”, señala el texto.
Pero en caso de que el “católico quiera votar”, tampoco podría hacerlo —según este índice— por los siguientes políticos y “aún más, debe desconfiar de votar por algún candidato al que ellos apoyen”, afirma el texto. En orden de aparición están el presidente del Congreso Roy Barreras; el senador Armando Benedetti, la alta consejera para Bogotá, Gina Parody; el senador Carlos Enrique Soto, la senadora Karime Mota, la exsenadora detenida por parapolítica Dilian Francisca Toro, el representante a la Cámara Germán Varón Cotrino, el exsenador Rodrigo Lara Restrepo, el ministro de Vivienda, Germán Vargas Lleras; el excandidato presidencial Antanas Mockus y el presidente Juan Manuel Santos.
A todos los anteriores les citaron frases que estos políticos dijeron en algún momento y que para Voto Católico son reprochables. La mayoría tienen que ver con expresiones que respetaron la decisión que tomó la Corte Constitucional, de despenalizar el aborto cuando la vida de la madre está en peligro, cuando el feto presenta malformaciones o en caso de un embarazo producto de una violación.
A Benedetti le tienen anotada la frase “Logramos archivar la prohibición del aborto”. A Germán Vargas no le pasan que haya dicho que comparte la decisión de la Corte Constitucional de despenalizar el aborto en tres casos, lo mismo que al presidente Santos.
El Espectador consultó a la Conferencia Episcopal sobre Voto Católico, pero dijeron que nada tiene que ver el Episcopado con esa iniciativa. “No conozco a sus promotores. Los fieles católicos tienen el derecho y el deber de votar libremente, de acuerdo con su recta conciencia, aunque es claro que algunos políticos representan mejor que otros nuestros principios éticos y morales. Y ese es un criterio que debe ser tenido en cuenta”, dijo el padre Pedro Mercado.
Lo cierto es que Voto Católico es una red de católicos radicales que tienen —como en España y en México— una página web donde defienden con cruz al pecho y beligerancia ortodoxa los valores morales y principios de la Iglesia. Un movimiento que, a tono con los discursos que en los años 30 y 40 daba monseñor Miguel Angel Builes, defienden que la política tenga bandera religiosa más que principios de igualdad y se están organizando para las próximas elecciones.
Tan es así que recientemente excusaron al senador conservador Roberto Gerlein, diciendo que al calificar las relaciones homosexuales como excrementales sólo dijo “el contenido real de lo que se quiere aprobar”. “Les perturba que Gerlein haya puesto sobre la mesa lo que son verdades como puños, que además reflejan el pensamiento de la mayoría de los colombianos”, escribieron.
El martes publicaron una carta de un lector respecto a este artículo.
Respeto a las batallas católicas
Cartas de los lectores
Por: Cartas de los lectores
Ayer, en la página 7, se publicó una noticia que se antetitula “Como en la Edad Media”, sobre un listado de personas por las cuales un católico no debería votar, según una iniciativa de algunos católicos, por temas relacionados con la vida y la moral cristiana.
Si bien es cierto que puede haber maneras más amables de hacer una campaña, lo que me parece absurdo es que esa supuesta noticia se redacte en nota de denuncia, y para hacer notar la Edad Media citan a un emperador de la era precristiana, del año 98 antes de Cristo, es decir, queda claro que el periodista, con poca ilustración, quiere hacer quedar en ridículo una posición de algunos católicos, mezclando a la Iglesia, sin lograrlo, pero dejando claro que en este país sólo tienen vocería en los medios los que ataquen a la Iglesia. Los que de una u otra forma tengamos una posición de defensa y respeto por sus postulados, seremos ridiculizados y marginados.
Estamos en un país pluralista, en donde todo el mundo cabe, con sus ideas, siempre respetuosas, cualesquiera que sean, y sus creencias, y considero que la prensa debe intentar ser más objetiva en temas tan sensibles como estos y entender que si un católico da su opinión o da “batallas” públicas a favor de sus correligionarios es tan válido como que los gays hagan marchas o besatones públicas, o que unas personas que quieren la eutanasia hagan lobby para que se apruebe, o los que consumen droga para que se apruebe la dosis personal.
No digo que todo esto pueda equipararse; sólo considero que si para la prensa es respetable y digno visibilizar todos esos movimientos, por qué una iniciativa católica debe ser atacada o ridiculizada sin argumentos, como en la nota que estoy comentando.
Javier Hernando Aguillón.
Bogotá.
Sólo haremos una breve precisión a la nota de la redactora Natalia Herrera: Voto Católico Colombia no pretende la “muerte política” de ningún candidato. Sólo pretendemos que ningún católico arriesgue su conciencia votando a favor de quienes promueven la cultura de la muerte, pues con cada voto la persona asume la responsabilidad por las actuaciones del político que ha elegido. Que tal pretensión coincida o no con la “muerte política” de uno de los mencionados, es meramente accidental.
Agradecemos al Sr. Javier Hernando Aguillón la defensa de la libertad religiosa que ha hecho en su carta, y a la periodista Natalia Herrera Durán por el aumento explosivo de visitas (2.008 visitas nuevas) que nuestra página ha tenido en los últimos días y que sin su artículo nos hubiera costado más conseguir.
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