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jueves, 8 de marzo de 2012

Anonymous ataca la página web de la Santa Sede

El grupo de hackers llamado “Anonymous” en Italia, se ha arrogado la caída de la página web del Vaticano (www.vatican.va) en un comunicado en su blog:

vatican.va Tango Down!

Para evitar cualquier malentendido sobre el mérito, y con independencia de las declaraciones oficiales del Vaticano, Anonymous Italia reivindica oficialmente  el ataque que llevó a la caída de la página web de la Santa Sede.
Buenos días, Vatican.va
Anonymous ha decidido poner bajo asedio a su sitio web en respuesta a las doctrinas, liturgias y los preceptos absurdos y anacrónicos que su organización con ánimo de lucro (Iglesia Apostólica Romana) propaga y difunde por el mundo entero.
Han quemado los libros de gran valor histórico y literario, han  ejecutado bárbaramente a sus más feroces detractores y críticos a través de los siglos, han negado teorías consideradas universalmente como válidas o plausibles; han llevado a los incautos a pagar para tener acceso al paraíso a través de la venta de indulgencias.
Son culpables de la reducción a la esclavitud de poblaciones enteras, utilizando como pretexto su misión de evangelización y la difusión de la fe cristiana en el mundo.
Más recientemente han jugado un papel importante en ayudar a los criminales de guerra nazis a refugiarse en el extranjero para evadir la justicia internacional.
Permiten que cada día muchos de los miembros del clero puedan abusar sexualmente de los niños, y los cubren cuando los hechos se hacen de dominio público.
Italia tiene que tolerar cotidianamente su injerencia en la política pública y social, y todo lo que ello implica.
Tienen propiedades y negocios por avaluados en miles de millones de euros, en los que tiene fuertes exenciones fiscales.
Se obstinan en decretar prácticas y objetos fruto del progreso, como el condón o el aborto clínico, como una plaga que hay que erradicar.
Son retrógrados, uno de los últimos baluartes de una época afortunadamente pasada, y destinada a no repetirse.
Esperamos sinceramente que el Tratado de Letrán, finalmente sea revisado en un futuro próximo y que sea tratado como lo que es… una reliquia de tiempos pasados.
Este ataque no se dirige contra la religión cristiana o contra los fieles en todo el mundo, sino contra la corrupta Iglesia Apostólica Romana y todas sus "emanaciones".
Resulta gracioso. El caso de las leyes antipiratería en varios países sirvió para que Anonymous se presentara bajo la categoría de “hacktivistas” para aprovechar políticamente el descontento social y darle ese tono reivindicativo a sus acciones delincuenciales, ataques informáticos, y buscar legitimidad social. Ya desde antes, veía yo un elemento en el movimiento Anonymous que me causaba una gran desconfianza: Su actuar parte de la misma falta de transparencia que ellos critican en las entidades a las que atacan. Evidentemente, dado que sus acciones se encuentran por fuera de la ley, deben mantenerse en secreto para evitar las autoridades. En cierto modo, su modus operandi no difiere mucho de cualquier organización terrorista, salvo que en sus acciones nadie ha resultado muerto ni herido, por ahora. Pero existe un elemento más que se desprende de ese “actuar desde las sombras”: Realmente no sabemos cómo están organizados, ni cuál es su línea ideológico-política. Podemos especular que se trata de hackers independientes, vinculados a través de las redes sociales, donde se comunican para realizar los ataques informáticos. Incluso, en una ocasión planteé de que en realidad se trataba de agentes del “stablishment” creando una falsa oposición para motivar leyes y medidas cada vez más restrictivas en el uso de la Internet. A algunos les parecerá descabellado, pero si somos estrictos con la evidencia tenemos tantos indicios de lo uno como de lo otro: nada.
No sólo han atacado la página del Vaticano, ya han atacado a empresas privadas, y en Colombia se arrogaron el ataque a la página de la Procuraduría General de la Nación. Sus ataques simplemente se han salido del reclamo por el internet libre y se han comenzado a dirigir hacia posturas políticas particulares en diversos temas. Ya atacaron la página del Procurador por haberse opuesto al aborto y a la ideología de género. Y este comunicado en que se arrogan el ataque al Vaticano es la cumbre de este particularismo: No sólo evidencia una ideología progresista totalizante, carente de todo fundamento histórico, sino que incluso pretenden hacer teología. “Arrogar”, ese es el verbo que describe más ampliamente este movimiento. No sabemos si son lobos solitarios atacando a todo aquel que difiere de sus opiniones particulares, y encubriéndose arrogándole el ataque a ese omnipresente nombre, o si realmente están organizados y dirigidos por una cierta ideología política, sospechosamente cercana al progresismo difundido en los medios masivos de comunicación, para dedicarse a hacer bullying virtual. En todo caso, mientras más particular sea la postura política en que fundamente sus ataques, menos apoyo social recibirá.
El caso es que me causa risa. No por lo que he expresado anteriormente, sino porque Anonymous ha escogido el peor de todos los blancos posibles: disparar al aire, aún desde el punto de vista más materialista posible. Recuerdo haber leído en un artículo escrito por un mercenario, dedicado a labores de espionaje, que este decía que no había nada más difícil que atacar con la tecnología que el enemigo no usa, chuzar a quien no usa el teléfono, hackear a quien no usa internet. Pues en el Vaticano ocurre un tanto así: allí todavía se usa el papel para las cosas importantes, y creo que es muy poco lo que los hackers puedan hacer o sacar allí. Pero llevémoslo a una perspectiva más católica: los hackers pueden haber tumbado la página web del vaticano, pero los sacramentos se siguieron administrando a lo largo y ancho de todo el orbe como si nada, las plegarias no se dejaron de oír, la palabra no se dejó de proclamar, la caridad no se dejó de practicar. Nuestra red social es espiritual, no virtual, y como bien dice San Pablo, este vínculo es irrompible. La Iglesia no se va detener porque hayan bloqueado una página sin la que hemos vivido por siglos. Realmente, este ataque fue un desacierto en todo sentido.
Dios mío, qué impotentes son. Comienzo a sentir algo de pena por ellos.

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