Nos remiten otro artículo sobre la carga ideológica de los últimos exámenes Saber Pro (antes ECAES).
Indignación. Esa es la palabra que describe el sentimiento que experimenté mientras contestaba las preguntas del examen estatal Saber-Pro 2013-1, que es obligatorio para todos los estudiantes próximos a graduarse.
La prueba consta de dos partes. La primera, de cuatro horas, busca evaluar los conocimientos 'básicos' que todo estudiante debe tener sobre matemáticas, español, inglés y ciudadanía. La segunda, de una hora y media, busca saber qué tanto conocimiento se tiene sobre la carrera estudiada.
Aunque desde el principio tenía muy pocas ganas de presentar la evaluación, mi pereza se transformó en malestar cuando empecé a contestar el examen. La primera prueba busca evaluar la capacidad de argumentación y redacción al responder una pregunta tipo ensayo sobre un tema propuesto. Para la mitad de mis compañeros la pregunta fue: ¿está usted de acuerdo o no con el matrimonio homosexual? Aunque muchos estuvieron contrariados ante la pregunta, la respondieron arguyendo que era un tema de actualidad sobre el que había posibilidad de debate. No obstante, la ideología del examen no se detuvo ahí.
Cuando llegué al módulo de Competencias Ciudadanas, me di cuenta de que el test no busca medir la educación sino la ideologización de las generaciones jóvenes frente a dos aspectos: las leyes que se están tramitando o que están por empezar su trámite en el Congreso (aborto, eutanasia etc.) y la Ideología de Género.
Las preguntas propuestas, que debían demostrar la "capacidad de los estudiantes para participar, en su calidad de ciudadanos, de manera constructiva y activa en la sociedad", obligaban a los estudiantes a señalar la respuesta "políticamente correcta" frente a preguntas como ¿es correcta la postura de un rector que le niega la entrada al colegio un niño que es realmente niña al decir que no sabe cómo manejar la situación? o ¿qué quiere decir realmente este alto jerarca cuando asegura que está en contra de las conductas homosexuales y no del homosexual? Y mientras yo trataba de adivinar qué contestar frente a las 4 opciones que te daban, mi cabeza pensaba "¿qué tiene esto que ver con mi carrera? ¡seguro pierdo el examen!".
Al principio, creí que la indignación era solo mía, pero cuando salí al recreo pude comprobar que mis amigos estaban igualmente molestos y argüían que el examen nada tenía que ver con evaluar la carrera que estaban estudiando. Las críticas luego se volcaron a Facebook y Twitter, donde aparecieron comentarios como: "Una burla a la educación superior... y el Saber Pro", "Yo en muchas pensé en f) ninguna de las anteriores", "Que preguntas de acción ciudadana tan estúpidas!!! ECAES eso parecía más un lavado de cerebro" o "El Ecaes es responder no lo que uno piensa, sino lo que uno cree que pensarían ellos, y ahí está la respuesta correcta".
La verdad, el examen Saber-Pro, que entre los estudiantes es mejor conocido como Ecaes, es una gran oportunidad que tiene el estado para medir el grado de ideologización de los ciudadanos y, a su vez, de promover un poco más su ideología al obligar al estudiante a buscar la respuesta correcta para aprobar la prueba, así esta esté en contra de sus creencias o visiones de mundo.
Y la pregunta es ¿a qué tipo de educación de calidad está apuntándole el Icfes y el Ministerio de Educación? ¿Dónde quedó la libertad de pensamiento, la posibilidad de disentir, o al menos la objetividad y rigurosidad académica? A mi modo de ver solo hay dos posibilidades, o los estudiantes somos genios ante las preguntas propuestas, o al Estado le importa poco o nada la academia y, al mejor estilo dictatorial, utiliza la educación para asegurarse de que sus ciudadanos piensen y actúen según su interés particular.
Julieta
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