La Corte Consitucional, con ponencia del magistrado Alejandro Linares Cantillo, ha declarado inexequible un aparte de la Ley 119 de 1994 mediante la cual se reestructuró el Servicio Nacional de Aprendizaje (SENA) y se contemplaba que la Conferencia Episcopal designara a una persona para que represente a la Iglesia Católica en el Consejo Directivo Nacional y en los Consejos Regionales del Sena. La norma reconocía, de este modo, el papel de la Iglesia Católica como cofundadora del SENA, que la Corte pretende borrar de un plumazo con la excusa del “Estado Laico”.
“Incluir un representante de la Iglesia Católica Romana en los órganos directivos nacional y regionales, contraría el carácter laico y pluralista del Estado colombiano”, dice la ponencia del magistrado Linares, ficha del presidente Santos, afirmando que la norma privilegia a la Iglesia Católica sobre las demás confesiones religiosas “debido a que están estimulando la participación de esa iglesia en la construcción de políticas públicas que les serán aplicables”.
Monseñor Francisco Nieto Súa, representante de la Conferencia Episcopal en la Junta Directiva del SENA, rechazó el fallo de la Corte. La Corte “quiere desconocer todo aquello que no esté de acuerdo con el pensamiento de unos pocos”, dijo, y recordó que en los estatutos “se necesita una representación de la Iglesia Católica precisamente porque nació con la iglesia católica”. “La Iglesia Católica, para que naciera el SENA, prestó muchos lugares como casas cúrales, colegios. La Iglesia nunca ha querido buscar poder con la representación”.
La participación de la Iglesia Católica en el SENA se remonta décadas antes de su fundación, pues la educación técnica llegó a Colombia en septiembre de 1890 cuando la comunidad de los Padres Salesianos llegó a Bogotá, y el 11 de febrero del mismo año fundaron el Colegio León XIII de Artes y Oficios, para la formación técnica de la juventud. Después de la Fundación del Colegio León XIII de Artes y Oficios, vino la creación de doce escuelas técnicas y varios institutos agrícolas para la capacitación de los trabajadores.
Cuando en el V Congreso de la Unión de Trabajadores de Colombia (UTC) celebrado en Medellín en febrero de 1954 se propuso la creación de un instituto de formación profesional, la UTC tenía como asesores a los sacerdotes Jesuitas, padres Vicente Andrade Valderrama y Francisco Javier Mejía. Así es como en el Acta No. 01 de su Consejo nacional, como cofundador partició el Padre Hector Jaramillo Duque, en representación del Cardenal Crisanto Luque, Arzobispo de Bogotá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario